Columna ALTERNATIVA: Momento Crucial

Momento crucial

Por Gustavo Mares

La fiesta brava en nuestro país vive uno de los momentos más cruciales de su historia. Después de las recientes elecciones y los cambios que se avecinan con un nuevo régimen al frente de nuestro país habrá que esperar a ver qué manera de pensar tienen nuestros legisladores, que al final del día, serán quienes aprueben o rechacen las propuestas que les haga llegar el nuevo presidente de México.

Al contar con la mayoría en ambas cámaras es viable que cualquier cosa que el presidente proponga pueda ser aprobada en el acto. Incluidos cambios a la fiesta brava.

Ahora mismo que nuestro país se hunde por terribles problemas como la falta de seguridad, de trabajo, de educación, así como el aumento desmedido en la inseguridad, la violencia y el narcotráfico, podría uno imaginar que nuestro nuevo presidente, con el apoyo de las cámaras legislativas, podría hacer hasta ‘lo imposible’ por pasar a la historia como uno de los mejores presidentes que hemos tenido.

Personas cercanas a él aseguran que respeta la fiesta brava. Ojalá que quienes le rodean tengan la visión de que más allá de la polémica que pueden generar las corridas de toros, el espectáculo taurino es un gran generador de fuentes de empleo así como una manifestación cultural de nuestro pueblo.

Al interior del equipo de trabajo del próximo presidente de nuestro país hay personajes ligados a la fiesta, que podrían aportar su ‘granito de arena’ no sólo para mostrar las ventajas y beneficios que genera la economía alrededor del toro de lidia, sino también para ‘derrumbar’ los mitos que a lo largo de los años han ido creando los antis.

La tauromaquia es una representación misma de la vida, que no es ni buena ni mala, simplemente es. Desde la historia de la humanidad, el ser humano ha tenido la necesidad de alimentarse de su entorno. Aprendió a cazar y a utilizar el fuego.  Fue gracias al consumo de carne que el cerebro del ser humano evolucionó. Por algo, al día de hoy, conservamos los dientes llamados ‘caninos’.

La única certeza que tenemos al nacer es que vamos a morir.

Hogaño, cuando los seres humanos tenemos un umbral muy pequeño al dolor o a la frustración, una corrida de toros enciende a muchos un falso sentimiento de protección. ‘Asesinos de animales’ dicen al tiempo que abren una lata de atún para dársela al gatito que vive en casa. Oh desilusión,  esos atunes no murieron de risa.

En mi época de estudiante detestaba la fiesta brava. No la entendía y la atacaba sin ton ni son. Por esas fechas el contador Horacio Sánchez Hidalgo Kanchi me invitó a la Plaza México. Se despedía el gran Curro Rivera. Alternó, si la memoria no me falla, con Miguel Espinosa ‘Armillita Chico’ y José Ortega Cano.Cartelazo. Al término del festejo mi percepción de la tauromaquia había cambiado radicalmente y comprendí que muchas de las ocasiones no es que realmente se ‘odie’ el espectáculo taurino, sino que simple y llanamente es un espectáculo desconocido.

Un papel preponderante en el desarrollo de la tauromaquia en nuestro país, durante los próximos años, jugarán los personajes taurinos allegados al Presidente de la República.

Habrá que esperar a ver qué rumbo toma la tauromaquia mexicana.

Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Estarán trabajando ya al respecto las agrupaciones taurinas de nuestro país?