La vida por el lado izquierdo; en recuerdo a Miguel Espinosa “Armillita”, por Hilda Tenorio, torera

La vida por el lado izquierdo;

en recuerdo a Miguel Espinosa “Armillita”

Por Hilda Tenorio,  matadora de toros

De primera intención pensamos en el lado izquierdo como algo malo, algo que no debe usarse o hacerse.

Si observamos un poco más, todos los conceptos y creencias antiguas han venido a establecer que todo lo que tiene que ver con lo derecho es correcto, simplemente porque hay mas diestros que zurdos, creo que por eso estos últimos se vieron afectados por la mayoría, considerados hasta raros o malignos. Indagando, vemos que incluso la palabra sinister que significa “izquierda” da origen a la palabra en español “siniestro”, que hoy en día es lo malo, perverso, misterioso y tiende a promover la desconfianza en las personas.

He conocido a muchas personas que han nacido zurdas y que sus padres han hecho lo posible por cambiarles la manera de escribir y de manejar las cosas, o dicho de otra manera, los han obligado a convertir su mano izquierda en inútil. Quizá después de varias amenazas y castigos estos padres logren pensar que “curaron” a sus hijos, pero la realidad es totalmente diferente. Un zurdo no es solamente porque use su mano izquierda, en realidad todo su organismo funciona de manera inversa al que nace diestro, así que cambiando la forma de escribir realmente no se conseguirá nada.

Desde siempre nos enseñan que las lanzas y espadas siempre van en la mano derecha, para así, el escudo vaya en la mano izquierda; si algún guerrero saludara con la mano siniestra, significaría que estaría desprotegido por completo y mostraba total confianza; además, la mano izquierda está mas cerca del corazón, lo que significa que aquel que llega a saludar con la mano izquierda lo hace con sinceridad, viene desde el corazón. Entonces, ¿por qué nos enseñan que el saludo debe ser siempre con la mano derecha, y si se hace con la izquierda hasta grosería es?

En el toreo, arte tan subjetivo como real, la percepción es diferente. El toreo que más se valora es por la izquierda, al natural, porque no se va ayudado con la espada y la muleta muestra menos tela al toro. Al natural en el toreo, significa torear poniendo el alma. Romperse con un toro por el lado izquierdo es poner el pecho por delante, justo donde está el corazón, y por delante la verdad desnuda, el sentimiento acompañando a la muerte en un trayecto que a veces se hace eterno en la memoria de quienes lo vivimos. Y esas veces en que surge el milagro por la izquierda, se daba de manera muy natural en el maestro Miguel Espinosa “Armillita”.

Torero de los grandes, de los que no se olvidan. Tuve la fortuna de mirarlo torear en la plaza, en el campo y de convivir en algunos momentos; siempre surgía la magia, muy de él, muy al natural. Ésta semana nos dejó físicamente el maestro Miguel, y todavía se percibe entre los taurinos ese raro silencio que sucede cuando una figura del toreo cierra los ojos.

Aunque no sea haya ido vestido de luces, si de luces se queda vestido en nuestro recuerdo, luces que alumbraran para siempre su nicho en la historia del toreo, porque el maestro Miguel, inició hace 59 años su paseíllo por el lado izquierdo, trazando pases al natural imborrables en la memoria de muchos. Descanse en paz el maestro y… ¡Que Dios reparta suerte!