La escena se llevó a cabo hace unos días en la ganadería de Alejandro Martínez Vértiz. Un semental se escapó y había que ir a buscarlo.
El torero y ganadero se hizo acompañar de uno de sus vaqueros de confianza, hombre que conoce los caminos mejor que nadie.
En una parte de la búsqueda había que abrir paso con un machete para que los caballos pasaran. El vaquero bajó y con tan mala suerte que justo entre los matorrales estaba una víbora de cascabel que lo mordió.
Martínez Vértiz, ni tardo ni perezoso, cesó la búsqueda del semental y trasladó al lesionado para recibir atención médica.
‘En la ganadería hay muchas víboras de cascabel. Ese día era de noche, ya estaba oscuro y pasó el accidente. Afortunadamente todo culminó en un susto, pero fue día en el que pasé mucho miedo, como nunca, porque había que ayudar y en el terreno hay muchas de esas’, asegura.
Martínez Vértiz, quien hoy, con todo su equipo de vaqueros, realizó labores de herradero, actuará este sábado en Bacalar, Quintana Roo.
‘Es muy pesado pero es mi pasión. Las 24 horas del día estoy metido en el toro. Soy matador de toros y ganadero, ninguna de mis dos pasiones compiten sino que me complementan como persona’, asegura Martínez Vértiz, quien habla con gran pasión cuando se toca el tema taurino.
Por cierto, Alejandro Martínez Vértiz, quien se cataloga como un hombre de profunda fe, no es supersticioso.
