Luis Ignacio Escobedo, novillero zacatecano que actuará este domingo en la Plaza México, tiene el ánimo por las nubes y no es para menos. Además de que podrá hacer el paseíllo en una tercia en el coso más grande del mundo, tendrá la oportunidad de despedirse de las filas menores.
Zacatecano de nacimiento, cuenta con 22 años de edad y desde que tiene pleno uso de consciencia siempre quiso ser torero. Por eso dice categórico: ‘el toreo es un arte y eso llama mucho mi atención. No me gusta correr ni nada de eso. Podría decir, como dicen muchos toreros, que corran los caballos que lo mío es quedarme quieto’.
‘Me siento con la ilusión a tope. Como si fuera a hacer mi debut’, confiesa este chaval de 22 años de edad, quien en siete años por las filas menores ha logrado sumar más de medio centenar de festejos.
Su propuesta taurina es interesante toda vez que mezcla arte y valor en cada trazo.
Aunque de momento no tiene arreglado tentadero alguno, ahí en Puebla, bajo la mirada siempre atenta de su apoderado Ernesto Belmont, ‘de momento estamos dándole muy duro al toreo de salón. Ojalá salga la posibilidad de torear antes del domingo’, dice Luis Ignacio, quien no puede ocultar la felicidad que le representa torear en el coso más grande del mundo.
‘El cartel es muy bonito y el encierro pude embestir. Tengo la moral muy en alto. De hecho, aunque es prácticamente mi despedida de novillero, me gustaría pegar un palo y poder torear la siguiente semana, es decir, una semana antes de mi doctorado’.
Tras estas palabras, Luis suelta una carcajada y dice con gran sinceridad ‘desde niño no tuve otra idea que no fuera convertirme en matador de toros y estoy pronto a lograrlo’, comenta Escobedo, quien se define a sí mismo como ‘un torero con afición y muchos deseos de poderle agradar a los aficionados’.
A guisa de recordatorio, el cartel del domingo en la México: Mirafuentes de Anda, Luis Ignacio Escobedo y Antonio Mendoza, con novillos de Real de Valladolid.