El diestro tlaxcalteca José Luis Angelino está de regreso y por la puerta grande. En menos de un mes ha tenido la suerte de que le indulten un par de toros.
El primero de estos fue el pasado 19 de julio en la plaza colombiana de Sogamoso, donde le tocó en suerte un gran burel de Armerías. Apenas, el pasado sábado, en la feria de Huamantla, bordó el toreo con un gran ejemplar de García Méndez.
‘Estoy muy contento porque gracias a Dios las cosas me han estado rodando bien. En Colombia tuve la suerte de que me tocara en suerte ese burel y estuve a la altura de las circunstancias.
‘Aquí en Huamantla, en el marco de la feria, donde había estado ausente un par de años, me salió ese toro de García Méndez que fue de bandera’, recuerda Angelino.
Las crónicas de aquel día dan cuenta de que el tlaxcalteca ‘destapó el frasco de las esencias’ para torear a ‘Universitario’, herrado con el número 995 y 490 kilogramos.
A Angelino, quien estuvo de visita en OVACIONES, se le nota fuerte y delgado, síntoma inequívoco de que entrena intensamente.
‘La Temporada Grande pasada estuve ausente de la México y fue algo muy doloroso para mí. Pero tampoco me iba a quedar llorando en la casa y redoblé esfuerzos. Los resultados se están viendo, se están consiguiendo’.
‘Todo lo que he hecho al día de hoy es con la mira de poder venir esta Temporada Grande a la monumental. Es la prueba máxima’, señala.
Y vaya que sus palabras tienen sustento. La faena que cuajó la semana pasada en Huamantla le valió para que este mismo miércoles, la televisión de Tlaxcala le haga un amplio reportaje en la finca misma de García Méndez, donde vive ‘Universitario’.
Pero más importante aún que la atención de los medios que está polarizando Angelino es que logró levantarse después de sufrir una dura caída anímica.
Hoy, revitalizado, está de regreso y más fuerte que nunca con la firme intención de ser figura del toreo. Todavía no se sabe si actuará en la próxima campaña de la México, pero José Luis es ya un triunfador de la vida y eso, nada ni nadie, se lo puede quitar.