BAYONA, Francia.- Casi lleno. Toros de Garcigrande, en general de buen juego, premiados con la vuelta al ruedo segundo y cuarto.
Juan Bautista, silencio y dos orejas.
Sebastián Castella, dos orejas y ovación.
Iván Fandiño, oreja y oreja.
LA RESEÑA
Gran tarde la que Sebastián Castella he firmado en una de las plazas más importantes y serias de Francia, la de Bayona, donde ha conseguido salir en hombros por la puerta grande, pudiendo haber sumado alguna oreja más de no fallar con la espada en el quinto. A pesar de ello, la rotundidad de su paso por esta corrida fue incontestable casi desde el mismo momento en el que saludó con el capote a su primer toro, un buen ejemplar de Garcigrande premiado finalmente con la vuelta al ruedo.
Este ejemplar de la ganadería salmantina tuvo mucha movilidad y transmisión, repitiendo las embestidas con codicia. Al hacerse presente Castella con el toro lo toreó despacio y templado a la verónica, para iniciar después su faena de muleta pegado a tablas, con varios muletazos por alto de una quietud soberbia, lo que hizo que desde ese instante la faena alcanzase mucha fuerza. En el trasteo hubo ligazón, temple y mucha quietud, destacando especialmente en su toreo con la mano derecha, por donde llevó al toro muy metido en los vuelos, muy largo y despacio. Por el lado izquierdo también hubo muletazos de gran factura y al matarlo de una gran estocada le cortó las dos orejas.
Otra más pudo haber sumado de no pinchar al quinto, un toro que también se dejó en la muleta, especialmente al moverse y repetir mucho sus embestidas. Una vez más Castella estuvo a gran altura, muy decidido, iniciando su labor con las pases por la espalda, ajustados y de gran entrega. En esta faena los mejores instantes los firmó con la mano izquierda, destacando su clásico concepto a la hora de torear al natural, pero el pinchazo previo a la estocada le privó de cortar un seguro trofeo. Tarde importante la de Sebastián Castella y nueva puerta grande en su temporada.