Castella corta oreja en feria gala de Dax

Dax (Francia), 13 de septiembre. Lleno. Toros de Victoriano del Río, bien presentados. Desiguales de juego, destacando el cuarto, que fue un gran ejemplar.

‘El Juli’, silencio y dos orejas.

Sebastián Castella, palmas y oreja.

Román, silencio y silencio.

Ninguno de los toros que compusieron su lote le sirvieron a Sebastián Castella para cuajar una tarde redonda, aunque el diestro francés se mostró muy por encima de la condición de sendos animales. No fue fácil el que lidió en segundo lugar, un toro con movilidad, pero brusco, y que también añadió el defecto de reponer sus embestidas, lo que hacía difícil colocarse para ligar los muletazos. Sebastián le hizo un buen quite por tafalleras, de temple y quietud. Luego, muleta en mano, el diestro francés estuvo muy decidido, intentando corregir los defectos del toro, aunque el animal nunca terminó de entregarse. Lo mató de una extraordinaria estocada y escuchó palmas.

Al quinto sí le pudo cortar un trofeo, después de que en el toro anterior, un gran ejemplar de Victoriano del Río, entrara en competencia en quites con El Juli. Con ese segundo toro de su lote, Castella brindó la faena al público, que llenó la plaza, y comenzó su labor en los medios, con muletazos cambiados por la espalda. En las primeras tandas le dio distancia al toro, y le cuajó buenas tandas por ambos pitones, pero el astado pronto comenzó a ir a menos. Fue en ese momento cuando Sebastián Castella acortó la distancia para volver a darle impulso a su faena. Y lo consiguió, pues en cercanías dejó acariciarse la taleguilla con los pitones, en un muy serio arrimón. La estocada quedó casi entera y le fue concedida la oreja que hizo honor a la entrega que demostró Castella con este toro.