El diestro francés se mostró a gran nivel en una faena para la que se pidió con mucha fuerza la segunda oreja.
Albacete, 17 de septiembre. Lleno. Toros de Daniel Ruiz, bien presentados, de buen juego.
El Juli, palmas y dos orejas.
Sebastián Castella, oreja con fuerte petición de la segunda y ovación.
Miguel Ángel Perera, ovación y oreja.
La injusta decisión de la presidencia dejó sin premio una gran faena de Sebastián Castella a su primer toro de Daniel Ruiz, al que ha cuajado esta tarde de manera rotunda en el cierre de la feria de Albacete, donde ha sido uno de los grandes protagonistas de este importante abono.
Con ese toro de Daniel Ruiz, que tuvo nobleza, Castella se mostró a gran nivel, tanto con el capote como con la muleta. Sebastián le hizo un quite soberbio por la quietud y la variedad, pues ligó varios lances, como la chicuelina, la tafallera y la gaonera, para rematar con una extraordinaria revolera. El diestro francés estuvo muy inteligente con el astado de Daniel Ruiz, al que dio tiempo entre tanda y tanda para que durase más. La faena fue rotunda, pues lo toreó con hondura, muy encajado, con gran temple y mucha ligazón por los dos pitones, por lo que la faena alcanzó el mismo nivel con ambas manos. La plaza entró en todo momento en la labor de Castella, por lo que fue incomprensible que después de una buena estocada y la petición mayoritaria de la segunda oreja, el presidente no concediera ese trofeo que le cerró la Puerta Grande.
El que lidió como quinto tuvo peor condición, pues desarrolló peligro y embistió con brusquedad, metiéndose por dentro, siendo imposible por el lado izquierdo. A pesar de ello Castella estuvo firmísimo, pues llegó incluso a brindar al público, mostrándose valentísimo, pero las dificultades del animal hicieron imposible el lucimiento.