La bordan en la plaza gala de Nimes

 

 

FECHA: 20 de septiembre de 2.014

LUGAR: Plaza de Toros Coliseo Romano de NIMES (FRANCIA).

ENTRADA: Lleno.

RESEÑA: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio, dos orejas y dos orejas); Julián López “El Juli” (vuelta, dos orejas y dos orejas y rabo).

GANADERIA: Toros de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez (1, 3, y 5) y Victoriano del Río (2, 4 y 6).

CABALLOS:

Primer toro de la Ganadería de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, número 31, 503 Kg, de nombre Cigarrero: De salida NAPOLEON (2 rejones de castigo); en banderillas CHENEL (3 banderillas) y VIRIATO (1 banderillas); y para el último tercio PIRATA (tres cortas y un rejón de muerte tras dos pinchazos y descabello).

Segundo toro de la Ganadería de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, número 30, 544 Kg, de nombre Cigarrero; De salida CHURUMAY (2 rejones de castigo); en banderillas DISPARATE (4 banderillas); y para el último tercio PIRATA (dos banderillas cortas, un par de cortas a dos manos y un rejón de muerte).

Tercer toro de la Ganadería de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, número 88, 520 Kg, de nombre Castellano: De salida NAPOLEON (2 rejones de castigo); en banderillas DUENDE (2 banderillas) y HABANERO (2 banderillas); y para el último tercio PIRATA (tres cortas, un par de cortas a dos manos y un rejón de muerte).

CABALLOS DESPLAZADOS: DALI, BERLIN y BOTERO.

COMENTARIO. Se cerraba en Nimes las corridas de tres toros compartidas con figuras de toreros a pie que a lo largo de estos meses de agosto y septiembre, la administración de Hermoso de Mendoza había programado y que a la larga han resultado todo un éxito de taquilla para las empresas. En esta mañana nublada en Nimes, junto a Julián López “El Juli” consiguieron llenar el coliseo romano y solo faltaron unas pocas entradas de lo alto del anfiteatro.

Abrió Pablo su comparecencia número veintinueve en este magno escenario ante un buen toro de Sánchez y Sánchez, cuyos peores momentos fueron los iniciales. Salió abanto y buscando tablas, pero un NAPOLEON paciente lo esperó y poco a poco lo fue metiendo en la muleta que componían los pelos de su cola. Al principio seguía saliendo suelto, pero tras el primer rejón de castigo el toro se transformó y es cuando NAPOLEON pudo lucir esos parones con los cuartos traseros que parece que torea a caballo parado. Comenzó así una nueva lidia, con un nuevo toro que ahora sí embestía con codicia y con muy buen tranco. Condiciones indispensables para que CHENEL formara una de esas faenas para “gurmets” del toreo, para paladares exquisitos que gozan con el toreo suave, con ese galope de costado ajustado, sin brusquedades a la velocidad justa para que el toro nos e desentienda y que sorprenden de pronto con un latigazo por los adentros que deja al toro como preguntándose donde despareció el caballo. A todo esto, le ponemos el aderezo de tres banderillas en las que el caballo se gustó y gustó, en las que se pasó los pitones por los mismos pechos y en la que siempre luchó contra la ventaja del toro de estar en tablas, o sea, clavó al sesgo. El público disfrutó de un enorme CHENEL y CHENEL disfrutó de un buen toro y de una buena faena. Quien no tuvo toro a medida fue VIRIATO, que a pesar de intentarlo, encontró un toro un tanto parado y deslucido para su toreo y cuya única emoción era que ahora se defendía por alto. Solamente una banderilla y Pablo dio entrada a PIRATA, que ahora sí que encontró más enemigo, como si el toro hubiera tomado aire y además poniendo esa dificultad, pero también esa emoción de echar la cara a lo alto buscando al jinete en cada reunión. El espartano PIRATA eso parece no preocuparle y se arrimó en cada corta superando las adversidades y saliendo con limpieza de todas las reuniones, e incluso quedándose cerca para que su jinete aguantara los “tornillazos” mientras se descolgaba para realizar el teléfono. Buena faena cuyos trofeos se esfumaron con el rejón de muerte, porque Pablo pinchó en hueso en dos ocasiones y necesitó de un golpe de descabello antes de retirarse al callejón a escuchar el silencio.

El tercero de la tarde fue el toro con más cuajo y con más romana del lote del navarro y ya de salida mostró un comportamiento distinto al que inició la mañana. CHURUMAY pronto fue al encuentro para colocar el rejón de castigo sin apenas haber tenido un encuentro con él. Como sucedió en el primero, el toro a partir de sentir el hierro se volvió un máquina de embestir y con ese buen son que tiene el toro Murube estuvo galopando detrás de CHURUMAY cada vez que este le requería. Embebido en la bandera o encelado en la cola el caballo marcaba el paso y el temple al que el toro debía venirse. Toro ideal para DISPARATE que así que pronto lo comenzó a llevar de costado al hilo de las ovaladas tablas nimeñas. Ceñidos los galopes de costado, muy ceñidas las banderillas y muy ajustados los cambios de grupa, en esa “hermosina” tan esperada y que incluso acabó con el toro por los suelos de tanto cambiar de tranco. Pero DISPARATE tenía que dar esa medida de caballo total y volvió a sorprender al público con esas piruetas llenas de templanza y suavidad y en unos terrenos casi imposibles por lo limitado del espacio. Una gran ovación despidió a DISPARATE y saludó la entrada de Pablo con PIRATA y que una vez en el ruedo invitó al sobresaliente Andrés Romero, a colocar dos banderillas cortas. Comenzó Romero y continuó Pablo, en una rueda de cortas en la que el público se lo pasó en grande. Cuando el navarro se quedó nuevamente sólo, colocó un gran par a dos manos en las que se dejó llegar al toro muy encima y en las que toda la preparación y la ejecución fue un dechado de temple y suavidad y rematado todo con desplantes de Pablo agarrando los pitones del toro. Nuevamente Pablo había cuajado de forma completa a un toro y había que entrar con el rejón final. Lo hizo igual que en el anterior, dando el pecho del caballo, marcando perfectamente los tiempos de lo que sería un volapié en el toreo a pie y ahora sí con la suerte que el rejón entró hasta la empuñadura, enviando directamente las dos orejas del toro a las manos del estellés.

Redondeó el navarro el marcador con otras dos orejas en el quinto, un toro que a priori no traía buenas referencias, pero que al final colaboró con los caballos y con el jinete. Comenzó la cimentación de la Puerta de los Cónsules con NAPOLEON que volvió a poner ese toque de distinción que da al primer tercio. Hace unos años José Carlos Arévalo escribió que LABRIT toreaba sin mover las manos del suelo, solo moviendo los cuartos traseros. En la actualidad, esa sería la mejor definición para catalogar a NAPOLEON porque parece que solo mueve la grupa permaneciendo parado de adelante. Tras la exhibición de NAPOLEON, otro caballo tordo, DUENDE fue el encargado de comenzar con las banderillas. Y comenzó con una reunión atacando en corto pero marcando perfectamente al pitón contrario. A partir de aquí el caballo se fue viniendo arriba y llevó muy templado al toro tanto con la espalda adentro, como con la espalda afuera, o sea o embistiendo al estribo o embistiendo a la cola. La segunda banderilla la prologó con un preciso tierra a tierra hasta que el toro se arrancó y entonces un leve toque al pitón contrario y banderilla al estribo. Muy bien DUENDE que había dejado un gran sabor de boca en los tendidos y que aprovecharía HABANERO para tras una primera banderilla, también marcando todos los tiempos de la suerte, comenzar una rueda de tres piruetas ajustadas que pusieron el Coliseo a revientacalderas. A partir de aquí el público estaba entregado, siguiendo la lidia con palmas y las evoluciones de HABANERO con una expectación inusitada. Continuó HABANERO haciendo las delicias del público con banderillas y piruetas y en plena eclosión del tendido entró PIRATA para volver a sentar cátedra en cortas a una y dos manos y en pegarse el arrimón para los desplantes. Perfecta ejecución de la suerte de matar y dos nuevas orejas para abrir una nueva puerta de los Cónsules, la número quince en la carrera de Hermoso de Mendoza.