El diestro Ricardo Macías ‘El Estudiante’, ya recuperado de la cornada que sufrió y que le impidió cumplir un par de contratos que tenía firmados, volvió a entrenar de salón.
‘El cuerpo lo pide. Es una necesidad muy grande el tomar un capote o una muleta. Ya estuve toreando de salón y me sentí muy bien’, afirma este torero de Chihuahua, quien suele utilizar muletas y espadas verdaderamente pesadas.
‘Es que si no te esfuerzas al máximo, no es un buen entrenamiento’, señala.
Tras visitar la Ciudad de México, donde fue uno de los personajes centrales de la novillada del domingo en el coso grande, donde obsequió un vestido de ‘la aguja’, el estudiante cuenta los días para volver al campo bravo.
‘Estoy cerrando un par de fechas para volver al campo bravo, antes de que se dé a conocer el calendario que mi apoderado, Miguel Ortas Baños, me está preparando.
‘En breve iré al campo a torear vacas y becerras… Un par de días más tarde haré lo propio pero ya vestido de luces para ver que la herida de la cornada no me moleste con el traje de luces. Es decir estaré yendo constante al campo bravo antes de reaparecer’, asegura Ricardo, quien poco a poco se abre paso con una única y firme intención ‘confirmar la alternativa algún día en la Plaza México, ese es el sueño más grande de mi vida’, confiesa el propio diestro, quien atesora la misma afición de un novillero que apenas comienza.