Perdió una oreja después de dos pinchazos ante un toro de Daniel Ruiz en la última corrida de la Feria de San Miguel de Sevilla
Sevilla, domingo 27 de septiembre. Media entrada. Tres toros de Juan Pedro Domecq, dos de Daniel Ruiz y uno de Parladé.
El Cid, silencio y silencio.
Sebastián Castella, ovación y silencio.
Manuel Escribano, ovación y ovación.
Importante actuación la de Sebastián Castella esta tarde en La Maestranza, donde ha conseguido con su primer toro, perteneciente a la ganadería de Daniel Ruiz, una actuación muy firme y de mucha verdad, malograda, desafortunadamente, con la espada, pues dos pinchazos le dejaron sin una más que segura oreja.
Ya con el capote el diestro francés se mostró muy asentado, pues el animal no se lo puso fácil, al frenarse en los vuelos de la tela rosa. A pesar de ello, Castella consintió mucho al toro. Cuando el animal llegó al último tercio le costó romper de verdad hacia adelante con entrega, por lo que Sebastián tuvo que poner mucho de su parte. Lo hizo con entrega y valor, dándole todas las ventajas al animal para traer su embestida enganchada a la muleta. Los mejores momentos llegaron con la mano derecha, lado por el que ligó muletazos largos y poderosos, siendo el pitón izquierdo menos agradecido al esfuerzo del torero, pues no se entregó de la misma manera. La música sonó a mitad de faena, alcanzando mucha conexión con los tendidos. Luego, Castella se metió en terrenos de cercanías para poner final a una faena que bien le pudo valer una oreja de haber acertado a la primera con la espada. La afición sevillana le obligó a saludar una fuerte ovación que el diestro de Beziérs recogió desde el tercio.
Por desgracia, el quinto, perteneciente a la ganadería de Juan Pedro Domecq fue muy parado y no le dio opción alguna. Sin raza y con el viaje muy corto, Castella estuvo voluntarioso, pero siendo imposible redondear faena. Lo mató de una estocada y fue silenciado.