Castella, dos orejas y salida a hombros

Lima, 9 de noviembre. Tres cuartos de entrada. Toros de Roberto Puga y uno, lidiado en primer lugar, de Santa Rosa de Lima.

Enrique Ponce, silencio y dos orejas.

Sebastián Castella, oreja y oreja.

Alfonso de Lima, silencio y ovación.

Tras su gran éxito el pasado domingo en la Plaza México, una semana después Sebastián Castella también llegó a Lima para sustituir a José María Manzanares, lo que le hizo ser uno de los triufadores de la tarde, pues el francés compartió puerta grande junto a Enrique Ponce.

Castella le cortó la primera oreja a un toro de Puga al que cuajó un gran quite por chicuelinas, para ligarle después una faena notable, por su temple y la largura de los muletazos. Por momentos puso la plaza en pie, debido a la quietud y a la importancia que tuvieron algunos pasajes. Lo  mató y paseó ese primer trofeo. Otro cortó del quinto, por lo que redondeó su triunfo. El toro tuvo nobleza, pero Castella tuvo que poner mucho de su parte para meterlo en la muleta. Otra vez destacó el temple del francés, que terminó metido entre los pitones de manera muy meritoria.