Debido a la aparente mansedumbre que mostraba de inicio el toro de nombre “Catón”, número 5 y con 550 kilos, de la ganadería de D’ Guadiana, lidiado la noche del pasado viernes en la corrida que se montó en el coso Fermín Espinosa “Armillita” de Saltillo, Coahuila, tercer toro del festejo por cierto y primero del lote del espada Arturo Saldívar, fue devuelto a los corrales pero a petición del propio empresario y ganadero propietario del astado, don Armando Guadiana Tijerina, solicitó se revisara veterinariamente al burel para conocer el motivo de sus extrañas embestidas y que causaron sorpresa tanto a su propio criador como a la empresa, diestros participantes, autoridades, prensa especializada y aficionados presentes.
De tal suerte que al día siguiente, sábado 15, a puerta cerrada en el propio coso saltillense, con la supervisión del médico veterinario zootecnista Carlos Lara y la presencia del mayoral en jefe de la ganadería de D’ Guadiana, el ingeniero Florentino Garza; el juez de la plaza, ingeniero Luis Héctor Saucedo; en representación de la empresa Casa Toreros, los señores Pedro González Blancas y Mario Montiel; los subalternos de a caballo y a pie aguascalentenses Mauro Prado y Alejandro Prado; el matador de toros en retiro regiomontano Enrique Delgado y su hijo Cayetano Delgado, triunfador de la Final del Certamen Novilleril de Monterrey 2014, invitado con el fin de que matara dicho burel; se llevó a cabo la revisión del citado astado.
El examen finalmente indicó el siguiente diagnóstico: “Pérdida de visión en su totalidad en el ojo derecho. En el ojo izquierdo, deficiencia para ver a corta distancia, siendo mejor su visión a distancia más larga y de acuerdo al comportamiento mostrado durante esta práctica quedó plenamente demostrado que el diagnóstico es el correcto, procediendo finalmente a apuntillar el toro debido a que no era apto para ser lidiado a muerte”. De la misma manera, se descartó la posibilidad de ceguera a causa de una dieta alta en proteína la cual afecta los órganos visuales de los animales de la consumen.
Con todo lo anterior quedó aclarado el motivo del porqué del comportamiento del burel y que no era posible lidiarse, no por manso sino por el defecto visual ya expuesto de manera clara y en el cual su criador don Armando Guadiana Tijerina, por su línea, tenía puestas grandes esperanzas.