En la localidad potosina de Santa María del Río en una de las fracciones de la ex hacienda de Santo Domingo, se encuentra la dehesa de Espíritu Santo, propiedad de Paulina Gordoa de Labastida, en la que se llevó a cabo un interesante tentadero a cargo de los matadores Juan Pablo Sánchez y Fernando Labastida.
Se tentaron 6 vacas de las cuales algunas desarrollaron clase y otras fueron exigentes, mostrando así el trabajo realizado en esta nueva etapa a cargo de Paulina en la busca de un toro con clase, fijeza y recorrido, pero sin descuidar el sello propio de esta casa ganadera que es la bravura, lo cual ya está dando resultados.
El diestro de Aguascalientes Juan Pablo Sánchez, a tan solo unos días que fue dado de alta después de los percances sufridos en Pachuca y Juriquilla hace algunas semanas, ya con las heridas cerradas, se le vio muy firme realizando ese toreo de poder y temple aprovechando al máximo las condiciones de las vacas de Espíritu Santo.
Por su parte, el potosino Fernando Labastida, pudo mostrar momentos de ese toreo con personalidad y empaque con lo poco que le dejaron las vacas que le correspondieron que fueron las más complicadas del tentadero.
