El fino diestro capitalino, Salvador López entrena con gran intensidad. Estuvo realizando labores de tienta en la ganadería de Arroyo Zarco, donde además de disfrutar la bravura de las vaquillas, pudo torear un novillo para semental, con el que se recreó bordando el toreo con capa y muleta.
Y es que Salvador, a quien le ha costado trabajo abrirse paso en la profesión, atesora una gran afición y por lo mismo aprovecha hasta el último resquicio para saciar sus ganas de ser figura del toreo.
En el bello campo bravo mexiquense le acompañaron el no menos valiente diestro Christian Aparicio y el torero Valente Alanís, así como la grata revelación novilleril, André Lagravere ‘El Galo’ y Diego Alarcón.
‘Con mucha ilusión estoy intensificando mi preparación en el campo bravo mexicano. Gracias a Dios con miras a las tres corridas de toros que tengo por delante. El domingo 14 en Tepetitlán, Hidgo; el día 25 en la tradicional Corrida Navideña de Puruándiro, Michoacán y el 4 de enero en la monumental Plaza México’.
De esta manera, Salvador se prepara y es que sabe que tiene la onza para cambiarla en el momento que desee y eso es lo que quiere demostrar en la plaza más grande del mundo.
Quienes han tenido la oportunidad de verlo torear, coinciden en que ahora mismo se encuentra en un gran momento de su carrera, puesto que pese a ser un hombre de corta edad, el joven maestro tiene gran experiencia en las lides taurinas, en las que comenzó a corta edad.
