Gonzalo Francisco Martínez, o simplemente don Gonzálo, no ha faltado a una sola corrida en la Plaza México. O si lo ha hecho, han sido pocas, porque nadie recuerdahaberle visto faltar en el coso grande.
Apenas ayer, un toro de De Guadiana saltó al callejón y le lesionó la mano izquierda.
Don Gonzalo ‘como buen torero’ se fue por su propio pie a la enfermería.
Ya lo operaron y contrario a lo que pudiera pensarse, a sus 87 años está contento de lo que vivió el domingo.
Con el ánimo por las nubes, con una emoción que contagia, dice ‘me han venido a visitar toreros, ganaderos, periodistas, amigos.Además, es lo único que me faltaba en la fiesta brava. Imagínate, mi bautizo de sangre en la Plaza México y vestido de civil. Ya me operaron de la mano y todo está bien. Me hicieron cirugía plástica y todo quedó bien’.
Como si fuera síquico, se adelanta a la pregunta obligada ‘sí, el próximo domingo voy a estar ahí en mi lugar de toda la vida en la Plaza México, reaparezco el domingo’, dice con una alegría desbordante don Gonzalo, amigo de los amigos, quien subraya ‘además, nunca un rayo cae dos veces en el mismo lugar’.
