TEQUISQUIAPAN.- Siempre la inauguración de una nueva plaza de toros es una
buena noticia y máxime si como en esta ocasión, el estreno se produce en una de las localidades con más raigambre y más tradición taurina ganadera de México. Por fin Tequisquiapan tiene su plaza, más bien un plazon por sus dimensiones y porque alberga a más de trece mil personas, algo que se nos hace mucho para una plaza de provincia.
En la inauguración, la plaza tuvo un entrado de siete mil personas que la llenaban en algo más de la mitad de su aforo y que desde luego es un éxito de taquilla, teniendo en cuenta que hasta esta ocasión los festejos se celebraban en una plaza portátil de tres o cuatro mil personas.
Después de cortar la cinta inaugural por los tres matadores alternantes, el jinete navarro fue el encargado de lidiar el primer toro en esta nueva Arena. Lo hizo montando a ICARITO, que a pesar de su juventud ya tiene el honor de ser el primer caballo en actuar en este coso. No fue un tercio especialmente lucido porque el toro no ponía fijeza en el caballo y en un ruedo de tan grandes dimensiones (54 metros) todo resulta más frio. No obstante, Pablo algo vio en el toro porque se fue por BERLIN con un solo rejón de castigo y con el morcillo comenzó a tantearlo y a colocarlo en los terrenos propicios.
PUDO SER GRAVE
Una vez colocado se preparó para dejar la primera banderilla en lo alto del lomo después de
cuartear en la misma cara y salir toreando de costado. Aquí fue donde el toro dio toda la medida de sus posibilidades y arreo fuerte encelado en la cola de BERLIN.
Como suele suceder, los ruedos de las plazas nuevas suelen ser un problema porque no se terminan de asentar.
Eso lo sufrió en sus carnes BERLIN, cuando más rápido iba y cuando más cerca llevaba al toro, el caballo resbalo de forma espectacular y jinete y montura fueron al suelo. Momentos de mucha tensión con todos envueltos en una nube de polvo, BERLIN y Pablo por los suelos y el toro haciendo por ellos.
Cuando BERLIN consiguió levantarse, su rienda se había enredado en el pitón derecho del toro y no le permitía huir, a pesar de lo cual, el toro tampoco le embestía porque al sentir los tirones de su pitón, parecía como si se acobardara.
Tras unos angustiosos instantes, entre subalternos y matadores consiguieron que la rienda se soltara y BERLIN saliera ileso hacia la puerta del patio de caballos.
Tras comprobar que no tenía herida alguna, Pablo lo volvió a montar para dejarlo con buen sabor de boca y el caballo volvió a ir a la cara del toro con valor y arrojo para colocar una segunda banderilla.
Con el susto todavía en el cuerpo, Pablo cambio de cabalgadura y dio entrada a VIRIATO que se la jugó en cada embroque ante un toro que embestía con cierta ventaja, siempre en la distancia corta, pero ante el cual el caballo lusitano no se rajó ni se salió de su jurisdicción. Emocionantes reuniones y emocionantes circulares los que ejecutaron Pablo y VIRIATO haciendo que la tarde remontase tras el anterior susto. En el mismo tercio de matadores, PIRATA comenzó la rueda de cortas, dando aire al toro y dejándoselo llegar en cada una de las suertes, que alargo con una rosa también en lo alto. El toro en la suerte suprema se ponía muy por delante de PIRATA y Pablo no acertó hasta el tercer intento con un rejón trasero y se fue en silencio hacia el callejón, todavía con el susto en el cuerpo.
* Para ver las fotos de la actuación de Pablo en Tequisquiapan, click en este enlace: La libra Pablo