Dos orejas Ortega y destacada actuación de Silveti en Sn. Cristóbal de las Casas

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS.- Ante un lleno se llevó a cabo la segunda corrida de La Primavera y La Paz en la plaza de toros “La Coleta”, que ha dejado como triunfador a Rafael Ortega, quien cortó dos. También hay que consignar una destacada actuación de Diego Silveti, quien no pudo triunfar por fallos en la espada.

El rejoneador Alejandro Zendejas pudo deleitar a los espectadores con su bien presentada cuadrilla de caballos.

En su primer toro, de la ganadería de Manuel Espinosa, poco pudo hacer porque el astado se mostró complicado y el caballista estuvo mal a la hora de matar pero recibió palmas.

Con su segundo, de los Cués, se mostró variado con las suertes realizadas, destacando la labor con un gran caballo del hierro de Pablo Hermoso de Mendoza. Al final colocó el rejón de muerte y fue ovacionado.

Rafael Ortega lidió un gran toro de la ganadería de Vistahermosa y se mostró variado con el capote. Como suele hacerlo el torero tlaxcalteca, cubrió el segundo tercio destacando el último par que fue colocado al violín.

Con la muleta dejó buenos pasajes por el pitón derecho, culminó su faena de rodillas y dejó una estocada caída pero le alcanzó para cortar las dos orejas.

En su segundo poco pudo hacer debido a que el astado era complicado; abrevió su faena dejando media estocada y recibió palmas.

Diego Silveti se mostró cómodo en el capote ante su primer toro perteneciente al hierro de los Cués.

Al iniciar la faena de muleta, el astado se lastimó un pitón por lo que la lidia del torero de Irapuato se vino a menos teniendo grandes muletazos por el pitón derecho llenos de temple y fondo. Al final la labor fue ovacionada.

En su segundo el torero de dinastía cuajó una gran faena de principio a fin ante un toro de Vistahermosa, toreando con mucho empaque y gusto.

Con la muleta dejó pases muy cadenciosos, sobre todo por el lado izquierdo, mostrando naturales largos, templados que calaron fuerte en el tendido.

La faena fue creciendo y con ella Diego disfrutó cada vez más de su actuación ante los gritos de ¡torero, torero!

Al final, malogró la faena con la espada que bien le hubiera valido un triunfo rotundo aunque terminó con una gran ovación de la afición de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.