Sólo hubo dos novilleros en la SAN MARCOS: Mendoza y Casanueva

Por: ADIEL ARMANDO BOLIO

AGUASCALIENTES.- La madurez y la sobrada forma de estar en la cara de los astados por parte del sorprendente torero defeño-michoacano Antonio Mendoza (FOTO) combinada con la frescura y la buena evolución que está viviendo y asimilando el joven espada tapatío Carlos Casanueva, fueron quienes marcaron la pauta de la que fue este domingo 12 de abril octava función de la Temporada Novilleril Internacional 2015 y en cuanto al otro alternante, el “mimadito” jerezano Ginés Marín, a quien lo estaban “vendiendo” quienes lo manejan como el “fenómeno del toreo” pues no fue tal ya que desgraciadamente sigue teniendo validez aquella famosa frase histórica que fue bautizada como la “Leyenda Negra” y que reza aquello de que nos siguen “cambiando cuentas de colores y espejitos a cambio de oro”, lo cual es una triste realidad.

Y es que además de la petulancia, la grosería y falta de profesionalismo que evidenció el torero gaditano de 18 años edad durante el festejo, recuerdo la falta de atención y respeto que su administración tuvo con la prensa especializada de Aguascalientes a través de su disque oficina de prensa perteneciente a la FIT (Fusión Internacional por la Tauromaquia) al haber tomado en cuenta únicamente a contados medios externos para hacerse promoción ya estando en suelo aquicalidense. ¿A quién tratan de engañar? Pues flaco favor le hicieron en ponerlo en esta novillada para hacerle ambiente de cara a la Feria de San Marcos. “El tiro les salió por la culata”.

En cuanto a la novillada, el coso “San Marcos” registró poco más de media entrada en tarde fresca y con algo de viento para verse lidiar un encierro bien presentado de la dehesa jalisciense de La Punta, siendo toreable en términos generales, sobresaliendo el burel corrido en quinto lugar y que el segundo fue el de mayor complicación.

ANTONIO MENDOZA, con todo el recorrido y experiencia que acumuló a lo largo de 2014, regresó al ruedo sanmarqueño para liarse con su primer astado, llamado curiosamente “San Marcos”, al que supo bregar muy bien con el capote. Su labor de muleta, a base de asentamiento y un valor sereno, cuajó una faena sobria, torera, de aguante y con evidente solvencia por los dos pitones a pesar de que el astado se quedaba corto y que le iba paso a paso, terminando por desengañarlo y hacerse del “socio”. Intercaló adornos como un cambiado por la espalda ligando el de pecho, además de pisarle con firmeza los terrenos. Acabó de estocada certera para que se le concediera una más que valiosa oreja.

A su segundo lo recibió con una larga cambiada de rodillas cerrado en tablas para luego de pie lancear a la verónica parándole de verdad al astado, después bregar y terminar ciñéndose en emotivas chicuelinas en el centro del ruedo. Con la muleta largó derechazos de estupenda factura y mucho aguante. Esta fue una faena seria, asentada y de poderle a un ejemplar nada fácil. Fue de mucho mérito sin duda lo hecho por Mendoza. Terminó de dos pinchazos y estocada desprendida para ser llamado a saludar una fuerte ovación en el tercio, de esas que poco se ven y se sienten.

CARLOS CASANUEVA, con apenas una decena de novilladas cumplidas pero asimilando todo lo bueno para seguir avanzando, dejó eso precisamente, su más que interesante evolución en su primer astado, al que capoteó con empeño y con la sarga empezar su labor con muletazos de tanteo para después, a base de “sobar” al punteño, lograr meterlo en el engaño para engranarle derechazos y naturales con autoridad, destacando lo que hizo por el pitón derecho. Series con temple y largueza, incluyendo un pausado toreo en redondo que caló fuerte en el público no obstante la sosería del astado. Culminó de estocada ligeramente trasera y contraria para ser llamado a saludar desde el tercio escuchando fuerte ovación.

En el segundo de su lote, con el capote destacó el quite que ejecutó por verónicas. El astado que era soso si tuvo nobleza y se empleaba bien pues le iba muy despacio, lo que supo entender a la perfección Casanueva para poder torearlo como lo hizo, con expresión y dimensión estupendas en cada trazo. Concluyó de pinchazo hondo y cuatro golpes de descabello para salir al tercio tras recibir un aviso.

El gaditano GINÉS MARÍN resultó ser uno más de los muchos toreros que vienen a probar suerte a nuestro país. Sabe el oficio, tiene técnica pero le falta humildad y ser menos petulante. No entendió a sus dos astados, se echó a la gente encima y más cuando le quiso impedir, en su turno normal, después de un segundo puyazo, hacer un quite a Antonio Mendoza, éste no se dejó y se hicieron de palabras y por fortuna la “sangre no llegó al río”, pero lo mostrado por este joven español no dejó contento a nadie. Lo que sí es que hay que recordarle al chaval que todavía le queda la novillada del sábado 25 de abril dentro de la Feria Nacional de San Marcos, en el coso Monumental y su situación anímica con el público no quedó bien y mucho menos con la prensa local, pues por si no lo sabe, joven Marín, la prensa especializada de Aguascalientes es la mejor del país y del continente americano para que se entere usted, su gente y quien le maneja la prensa. ¿Estamos?

FICHA: AGUASCALIENTES, Aguascalientes. Octava función de la Temporada Novilleril Internacional 2015. Coso “San Marcos”. Entrada: Poco más de media en tarde fresca y con algo de viento. Novillos bien presentados de La Punta, toreables en términos generales, destacando el quinto y siendo el que menos el salido en segundo lugar. Antonio Mendoza: Una oreja y al tercio. Carlos Casanueva: Al tercio y al tercio tras un aviso. El español Ginés Marín, quien se presentó en esta plaza y en ruedos nacionales: Palmas y silencio.