Por MARY Paz GONZÁLEZ
AGUASCALIENTES.- El destino ha jugado una parte fundamental en el desarrollo de la novena corrida y décimo festejo del abono de la CLXXXVII edición de la Feria Nacional de San Marcos, en el coso Monumental de Aguascalientes que volvió a registrar otro lleno por un público ansioso de ver y disfrutar más triunfos dentro de la afamada verbena y así fue a través de los éxitos del espada español Julián López “El Juli” al cortar dos orejas, del rejoneador Emiliano Gamero al obtener sorprendentemente las orejas y el rabo, del diestro Diego Silveti al indultar un toro de Fernando de la Mora a cambio de una cornada en la pierna derecha y del joven torero Fermín Espinosa “Armillita IV” al hacerse de un valioso apéndice.
Sin embargo, la jugada del destino corrió a cargo más sobre el caballero en plaza Emiliano Gamero, quien habiendo entrado de última hora en sustitución de Mónica Serrano, estuvo cerca de no hacerlo ya que su cuadra estaba anclada en León, Guanajuato y no podía llegar a Aguascalientes por el impresionante retén militar que había antes de llegar a la misma ciudad de Aguascalientes. El tiempo pasó, el festejo empezó es inclusive se anunció que actuaría Gamero por dicho problema pero al final de cuentas llegó el camión con la cuadra y pudo torear al finalizar el festejo, justamente ante del toro de regalo de Diego Silveti, a quien igualmente se le acomodaron las cosas para lograr el clamoroso y sufrido triunfo.
Así pues, se lidiaron toros de la ganadería de Montecristo, siendo regular el cuarto y de regular a malo el que sustituyó al sexto por falta de presencia. Los demás fueron complicados. Y dos toros de Fernando de la Mora, uno para rejones que fue bueno y mereció el arrastre lento y, otro para la lidia a pie, de regalo, que fue indultado, de nombre “Aroma de Toro”.
El diestro madrileño JULIÁN LÓPEZ “EL JULI” en el toro que abrió plaza bregó con atingencia para después en los medios instrumentar chicuelinas toreras. Con la muleta comenzó con pases vaciando por alto hasta en siete ocasiones sin enmendar el terreno, rematando todo con el de la firma y el desdén. Vinieron entonces, a un astado soso, de mal estilo y parado, tandas de derechazos y naturales a base de consentir e insistir, además de aguantar, pues la faena dentro de su mérito no fue fácil, de ahí que le haya expuesto de más y así lo entendió el público. Inventó una faena donde la había. Mató de estocada trasera y tendida para ser ovacionado en el tercio.
A su segundo, de nombre “Culebrillo”, lo lanceó con empeño y torerismo, además de quitar vistosamente por cordobinas y navarras. Con la muleta ha logrado una faena meritoria a un ejemplar que tenía poca a fuerza. Le corrió la mano con buen mando y temple en varias series de gran exposición y dimensión aunque a veces de tanto que le bajaba la mano el toro se le caía. Así siguió Julián, toreando atemperadamente por el pitón derecho, intercalando pases de trinchera, toreo a media altura y rematando con el desdén, incluyendo pases ayudados por alto para darle aire al toro. Acortó distancias y por naturales le sacó muletazos meritorios pero la faena era diestra y así terminó, incluido un desplante deshaciéndose de los avíos y entre gritos de ¡torero! finiquitó de certera estocada para matar sin puntilla y por ello cortar las orejas merecidamente.
El espada guanajuatense DIEGO SILVETI al primer ejemplar que le tocó en suerte poco le hizo de inicio con el capote y después se superó en un ajustado quite por gaoneras. Con la sarga, a un ejemplar soso y que le embestía rebrincando, le puso voluntad por los dos perfiles, significándose lo que hizo por el lado derecho pero sin redondear. El esfuerzo se vino a menos y acabó de cuatro pinchazos y dos golpes de descabello para ser silenciada su labor.
En su segundo anduvo esmerado con el capote y con la sarga, a un ejemplar complicado, simplemente le echó empeño y ganas de agradar pero sin fortuna por las condiciones del animal. Por ello la comunión con la gente se vio sin efecto. Concluyó de pinchazo y media estocada tendida para recibir pitos.
En el de regalo, de Fernando de la Mora, llamado “Aroma de Toro”, con el ambiente calientito después de la actuación del rejoneador, Diego lo recibió con lances a pies juntos para luego llevarlo al caballo por cordobinas y quitar soberbiamente por verónicas. Cumplido el segundo tercio, el banderillero Edmundo Navarro se desmonteró. Silveti brindó su faena al matador Eulalio López “Zotoluco”, comenzando en los medios con ayudados por alto sin reponer el terreno y un ceñido cambio por la espalda y en corto. Vino entonces la construcción de una gran faena, pletórica de arte, sentimiento y emotividad por los dos pitones al tiempo que en las alturas sonaba “Pelea de Gallos”. Una obra maestra hecha por un torero de dinastía como es la de los Silveti, recia, indómita y a la vez tersa, dulce y llena de temple y calidad. Los adornos no se hicieron esperar en medio del contento general como sus desdenes, los de trinchera, los de pecho y su toreo en redondo. Se presentó la petición de indulto, éste se concedió y Diego seguía toreando, tanto que en uno de esos momentos de auto abandono se confió y sufrió, por si le faltara algo más al festejo, una cornada en la cara interna de la pierna derecha. Se paró el valiente torero, continuó toreando y así se lo llevó hasta la puerta de toriles para que regresara “Aroma de Toro” a los corrales tras haberse ganado el ser un astado para vacas. Diego se fue a los medios a recibir la gran ovación en los medios, luego irse al burladero de matadores para que fuera revisado y por su propio pie irse a la enfermería, donde fue evaluado y más tarde trasladado a la clínica Guadalupe.
En su primer burel, el matador anfitrión FERMÍN ESPÍNOSA “ARMILLITA IV” lanceó con empeño y mejor se vio en un vistoso y variado quite. Con la franela, tras brindarle a don Alberto Bailleres González, al burel que era soso y tardo en el embestir, le intentó ligar series por ambos pitones con empeño pero su deseo se estrelló con la casi nula colaboración del montecristeño. Le porfió de verdad pero conforme avanzaba la labor fue siendo imposible cualquier posibilidad de lucimiento. Sin embargo, la intención ahí quedó. Mató de estocada y se le aplaudió la disposición.
Al segundo que le tocó vio como lo regresaban a los corrales ante las protestas por la falta de presencia, saliendo en su lugar el segundo reserva de la misma casa ganadera titular, de nombre “Ventilador”, al que bregó con voluntad y ya con muleta en mano se dedicó a estructurar una faena fresca, juvenil, plena de enjundia torera y salpicada con detalles de gran arte, sobre todo por el lado derecho. El toro que empezó bien, terminó yéndose a tablas y ahí Fermín le continuó el trasteo a base de poderle y con el sello de la casa. Acabó de estocada desprendida para que se le concediera un apéndice.
Y vino entonces la actuación, tras los seis toros de la lidia a pie, del rejoneador defeño EMILIANO GAMERO, quien lidió al toro “Luna Nueva” de Fernando de la Mora, muy bueno, montando primeramente a “Quimera” con la garrocha de mambú y templando la embestida del burel de manera vistosa y dejarle además un acertado rejón de castigo. Cambió de jaca y sobre “Casanova” toreó a la mínima distancia haciendo que se prendiera el ánimo y la emoción en la gente. Clavo una banderilla larga a una mano y después templó a la grupa intercalando los lados de manera sensacional. Colocó otro garapullo haciendo el cambio y salir toreando de costado. Luego siguió arriba de “Pasión”, con el que ejecutó cuatro electrizantes giros en la cara del toro para de inmediato dejar otro palo largo y dos más al violín y rematar todo con cinco vistosas balotadas (brincos) de su caballo. La faena estaba cuajada y en medio de una algarabía general. Una vez que le brindó don Alberto Bailleres González, terminó cabalgando con “Silverio” para colocar dos banderillas cortas y matar de manera certera, coronando una más que convincente aparición en la feria y que cerca estuvo de no darse. Se le premió con las orejas y el rabo y al astado con el arrastre lento.
FICHA: AGUASCALIENTES, Aguascalientes. Novena corrida y décimo festejo del abono de la CLXXXVII edición de la Feria Nacional de San Marcos. Coso Monumental. Entrada: Lleno en tarde calurosa y cielo despejado. Toros de Montecristo, siendo regular el cuarto y de regular a malo el que sustituyó al sexto por falta de presencia. Los demás fueron complicados. Y dos toros de Fernando de la Mora, uno para rejones bueno con arrastre lento y, otro para la lidia a pie, de regalo, que fue indultado, de nombre “Aroma de Toro”. El madrileño Julián López “El Juli”: Al tercio y dos orejas. Diego Silveti: Silencio, pitos e indultó del de regalo, resultando cornado en la pierna derecha. Fermín Espinosa “Armillita IV”: Palmas y una oreja. El rejoneador Emiliano Gamero: Dos orejas y rabo. Al final, “El Juli” y Gamero fueron paseados en hombros. El subalterno Edmundo Navarro se desmonteró en el de regalo.
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