Todos a hombros en LEÓN

FECHA: 28 de junio de 2015

LUGAR: Plaza de Toros Arena de LEON (LEON).

ENTRADA: Media plaza.

RESEÑA: Pablo Hermoso de Mendoza (ovación y dos orejas); Enrique Ponce (dos orejas y vuelta); Juan José Padilla (oreja y oreja).

GANADERIA: Toros de San Pelayo (1), Pedro y Verónica Gutiérrez (4) y Albarreal (2, 3, 5 y 6).

CABALLOS UTILIZADOS:

Primer toro de la Ganadería de San Pelayo, número 11, 485 kg, de nombre Esmeraldo: De salida NAPOLEON (1 rejón de castigo); en banderillas BERLIN (2 banderillas)  y BELUGA (2 banderillas); y para el último tercio PIRATA (3 cortas, un par a dos manos y dos rejones de muerte tras pinchazo).

Segundo toro de la Ganadería de Pedro y Verónica Gutiérrez, número 12, 450 kg, de nombre Botinero: De salida CHURUMAY (2 rejones de castigo); en banderillas RONCO (2 banderillas)  y DALI (2 banderillas); y para el último tercio PIRATA (3 cortas, un par a dos manos y un rejón de muerte).

OTROS CABALLOS DESPLAZADOS: ICARO y DISPARATE.

COMENTARIO: Toro suave y bravo el que abrió plaza esta tarde en la vuelta de Pablo Hermoso de Mendoza a una de las plazas talismán del estellés en tierras de Castilla. Una tierra a la que unen lazos familiares, ya que su abuelo materno era descendiente de estas tierras y a la que regresaba tras dos años de ausencia. Un regreso que fue feliz en el sentido que pudo deleitar al público con este primer toro, con un toreo a cámara lenta, despacioso, llevando muy pegado a un toro que embestía con mucha nobleza y esa despaciosidad que permite hacer una gran  faena. Todos los caballos, en sus diferentes momentos y suertes disfrutaron de esa embestida, con un NAPOLEON que casi o tenía que galopar en los primeros compases y que pudo realizar esos doblones que son contestados con olés desde el tendido en varias ocasiones. Pronto pudo comprobar BERLIN que el toro obedecía a los toques y así se gustó en cuantas ocasiones enfrentó al toro, lo llevó de costado metido en la cola y continuó toreando con el pecho en varias pasadas, simulando la suerte y arrancando desde tablas para torear al sesgo. Más chispa pondría BELUGA en su caminar y enfrentar al toro. Puro nervio, se enfrentó al astado en varios embroques en los que la cara de ambos se juntaba en la reunión, solo un instante antes que el caballo abra las manos para salir de los terrenos del toro. Cerró PIRATA con tres banderillas cortas y un buen número de desplantes, con o sin manos, como sucedió después de colocar el par a dos manos. El rejón de muerte encontró hueso en dos ocasiones antes de dar con los blandos y eso dejó la faena sin premio, aunque hubo una muy leve petición.

Con el cuarto, un toro más complicado y con el público merendando, Pablo consiguió las dos orejas que le abrían la puerta grande de par en par y le permiten mantener una estadística realmente importante en este coso. Trece puertas grandes en catorce actuaciones, siendo la temporada 2004, la única que abandonó el coso por su propio pie tras cortar una oreja. Como decimos este toro resultó más áspero y complicado y que se fue poniendo peor a medida que la lidia avanzaba. De salida estaba reservón y esperando a CHURUMAY, sin emplearse nunca en los galopes. Con este tercio Pablo se hizo una idea de lo había que hacer y movió ficha por una lidia más vibrante. Por eso dejó en el banquillo a DISPARATE y apostó por RONCO, un caballo todo fibra y chispa, que se fue muy vertical en cada embroque llegando hasta los terrenos en los que al toro no le quedaba otra que embestir. Cada reunión derrochaba emoción por la forma que tiene el caballo de acometer la suerte y eso hacía que aquello no se viniera abajo ante la fijeza al suelo del toro. Cambió de registros con la veteranía de DALI y una vez el caballo volvió a vencer la atonía que el toro ponía. Tan cerca lo enceló con la cola que no le quedó otra que embestir y así DALI lo templó con galopes en redondo, donde el toro más que embestir, lanzaba pitonazos al aire. Muy bien en banderillas y muy arriesgado en piruetas, porque aquí sí que el toro se puso complicado y en cuanto veía al caballo de frente girando, se iba a por él como un poseso. Todo arriesgado, pero todo con emoción y consiguiendo vencer a la difícil merienda. En el centro del ruedo, debajo de un haz de sol que entraba por la cubierta del coso leonés, colocó con PIRATA una tras otra las tres banderillas cortas, con la cabeza del caballo y la de Pablo paralelas hacia el toro, como debe de ser en un caballo que se precio y se llame torero. Había que darlo todo y en el mismo lugar llegaron los desplantes del teléfono y frente con frente, todo ello antes de poner otro par a dos manos en el tercio, donde la puerta de chiqueros. Un espectacular rejón de muerte otorgó el doble trofeo para el rejoneador navarro y el derecho de salir a hombros de la Arena de León.