El matador Antonio Romero desde hace varias semanas se encuentra en territorio ibérico preparándose de cara a los compromisos que se avecinan en territorio mexicano, teniendo al momento una fecha firmada para actuar en el mes de agosto en la plaza de toros Monumental Playas de Tijuana en la tercera corrida de oportunidad que dará Casa Toreros, y esperando se concreten otras más para la segunda parte de la temporada.
Romero tomó como cuartel Sanlúcar de Barrameda en la provincia de Cádiz, en donde ha entrenado junto a grandes profesionales del toreo, aprovechando cada día para confirmar conocimientos y corregir detalles técnicos. El joven diestro pudo visitar la ganadería andaluza de Santiago Domecq gracias al apoyo del apoderado Diego Robles, escenario en el que tentó dos vacas que fueron nobles y con calidad, destacando la segunda que fue de menos a más; ambas permitieron al torero disfrutar de las embestidas y sobre todo gustarse al interpretar su toreo.
En la misma dehesa, Romero pudo lidiar un toro que fue de gran importancia para su preparación, ya que con el capote dejó ver sus buenas maneras y con la muleta, aunque duró poco, le exigió estar bien colocado entre pase y pase. El astado tuvo cualidades como la calidad y nobleza, característica natural de este hierro, y las que supo aprovechar a cabalidad el torero zacatecano que dejó una estocada entera y en buen sitio.
De esta forma Romero concluyó con un día satisfactorio en el campo bravo español en el que estuvo acompañado por el apoderado Diego Robles, los banderilleros Manuel González, y Diego Ramón Jiménez, además del novillero Alejandro Fernández, y otros novilleros de ciudades vecinas, sin faltar la presencia del ganadero Santiago Domecq y sus hijos.