El novillero Luis Miguel Cuéllar estuvo este martes en la clínica del doctor Rafael Vázquez Bayod, Jefe de los Servicios Médicos de la Plaza México, donde le revisaron y le limpiaron la herida, de la cornada de dos trayectorias, que sufrió el pasado domingo en el coso de Insurgentes.
Tras la operación a la que fue sometido, el cuerpo médico de la monumental se percató que la cornada fue más grande de lo que inicialmente se habían pensado.
Cuéllar, con la moral en alto más que nunca, espera que pasen las dos semanas de recuperación para volver inmediatamente al campo bravo, pues sabe que las cornadas son parte de la profesión y así las asume.
En cuanto tenga luz verde irá al campo bravo, donde ya le esperan varias vaquillas y un par de sementales.
