El 7 de noviembre de 1987 en la plaza Jorge El Ranchero Aguilar de Tlaxcala, el novillo llamado “Golfo” de la ganadería de Tepeyahualco, fracción de De Haro, le pegó una cornada a Jorge de Jesús ‘El Glison’ al ponerle un par de banderillas cortas en la silla.
El pitón penetró diez centímetros encima de la rodilla y llego hasta la vejiga siendo por ende penetrante de vientre, en su camino cercenó la arteria femoral y la vena safena, poniendo en grave peligro la vida de ‘El Glison’, quien estuvo una semana en terapia intensiva.
Milagrosamente salvó la vida pero por la falta de circulación se desencadenó una gangrena que estuvo a punto de costarle la pierna, pero el doctor Romeo García Benavides, médico de la Plaza Monumental de Monterrey, auxiliado por el doctor Jesús Sepúlveda, ahora aficionado práctico, después de meses de arduas y continuas curaciones, tres veces al día, lograron vencer la gangrena y salvar la pierna.
‘El Glison prometió que volvería a torear antes de que se cumpliera un año del percance, lo cual contra todos los pronósticos lo logró. ‘Gracias a Dios’ diría el propio torero.
Reapareció y volvió a ser líder del escalafón novilleril en 1989 y1990, instaurando la marca de mas novilladas toreadas y mas orejas cortadas en México.
El 2 de septiembre de 1990 toma la alternativa en Monterrey de manos de Mariano Ramos atestiguando David Silveti. Instaura el récord del mejor primer año de alternativa al quedar en primer lugar del escalafón taurino en 1991 y repite el primer lugar en los años 92, 93, 94 y 95.