PIZARRO, con la afición intacta, LISTO para la MÉXICO; celebra 22 años de alternativa

El diestro Federico Pizarro vive con gran intensidad los días previos a un compromiso de la talla como el que tendrá el domingo en la Plaza México, donde alternará con el español Diego Urdiales y el queretano Octavio García ‘El Payo’, con toros de Barralva.

De la mano de sus nuevos apoderados, Alejandro Hinojosa y Ricardo Montaño ‘El Negro’, el diestro capitalino llegará al coso grande con una docena de corridas toreadas.

Aunque por sus venas corre la sangre artística y ha realizado telenovelas, comerciales, obras de teatro, Pizarro es claro al señalar el concepto que sobre sí mismo tiene. ‘Yo soy torero, mi vocación es la de torero y ha sido precisamente mi  carrera taurina la que me ha llevado a incursionar en diversos ámbitos. Pero yo, mi familia, mi esposa mis hijos, saben que su papá es torero’, comenta Pizarro, quien apenas el pasado lunes toreó en Emiliano Zapata, Tlaxcala.

Y vaya que las palabras del diestro capitalino cobran especial relevancia al recordar aquel festejo en torno a la vocación de torero. Porque en ese coso tlaxcalteca, en lo alto de la montaña, Pizarro se jugó la vida sin trampas, porque el toro embiste por igual en una plaza de 45 mil que en una de cinco mil.

‘Uno como torero siempre respeta al toro, porque sabemos lo que puede hacer’, señala, el torero, quien mañana cumplirá 22 años de haber tomado la alternativa. Más de dos décadas de jugarse la vida en los ruedos con la misma afición, pasión y profesionalismo que el primer día. Se dice fácil, pero no cualquier torero logra sumar esos años como matador de toros en activo.

Ha sido precisamente la apasionada entrega de Pizarro a su profesión, que su vida está dividida en su familia y su preparación, secreto por el que Federico se mantiene en forma.

Hoy estará en la ganadería de Gabino Aguilar, localizada en Aculco, estado de México.

Tras ajustar los últimos detalles de su preparación, guardará reposo a la espera de que llegue el domingo para partir plaza en la monumental capitalina, donde ha tenido tardes clamorosas como aquella en la que le tumbó orejas y rabo a ‘Consentido’ de Xajay.

Es precisamente sobre su próxima actuación en la México que Pizarro, hombre de profunda fe, asegura que ‘me siento muy contento y con enormes ganas de poder expresarme este domingo en el ruedo de una plaza tan importante para mi carrera como lo es la Plaza México’.

‘Cuando se presentaron los carteles de la temporada se me acercó el empresario Rafael  Herrerías y me preguntó que si me gustaba el cartel donde se me había programado y le respondí que me han gustado todos en los que he toreado y en este más, de ahí la ilusión que tengo por este cartel. En las anteriores apariciones, por ejemplo, he lidiado ganado de De Haro, Reyes Huerta, Santa Bárbara y Santa María Xalpa, entre otras. Ha sido mi carrera, de mucha lucha, muy dura y eso sí, sin parar y siempre viendo para adelante’, confiesa.

‘Sólo le pido a Dios que me permita expresar lo que llevo dentro pues no quiero quedarme con nada para decirle al público y a mí mismo lo mucho que amo ser torero’.

 

Juriquilla, 1993

El 27 de noviembre de 1993 en la plaza de Provincia Juriquilla, comandada por Juan Arturo Torres Landa, el diestro capitalino Federico Pizarro Suárez Merino tomó la alternativa de manos de Pedro Gutiérrez ‘El Capea’ y Jorge Gutiérrez, de testigo, con el toro ‘Cazador’ de Fernando de la Mora.

Como dato curioso, esos mismos toreros participaron en su confirmación de alternativa en la México, donde el burel de la ceremonia se llamó ‘Azulejo’, de Javier Garfias, otro toro con una letra Z en su nombre.