* PRECAUCIÓN algunas fotos son fuertes, se requiere discreción. Para verlas, click aquí: Caso Médico
‘Soy torero y por supuesto que quiero volver, voy a volver. No se cuándo ni cuánto tiempo estaré en activo, pero volveré por lo menos para tener una despedida digna porque te reitero, soy torero’, dijo el banderillero Mauricio Martínez Kingston, quien salió del hospital, después de la gravísima cornada de tórax que sufrió el pasado 17 de diciembre en la Plaza México.
Al banderillero se le nota físicamente demacrado y no es para menos, pues esa cornada, la segunda grave que sufre a lo largo de su carrera, lo puso a las puertas de la muerte. ‘Es mi segunda cornada grave’, recuerda el propio torero, cuyo brillo en los ojos da cuenta de la alegría enorme que le embarga poder platicarlo.
El torero agradeció también a ‘Dios y la Virgen de Guadalupe que me permitieron continuar con vida’.
Tras salir del hospital, Mauricio Martínez Kingston fue a la Clínica Ortoalfa, donde el maestro Rafael Vázquez Bayod y el equipo médico de la Plaza de Toros México ofreció una conferencia de prensa en la que se tocaron diversos puntos relacionados con la dantesca cornada.
El maestro Vázquez Bayod, ‘Angel Guardián de los Toreros’, ponderó la importancia de la pronta atención que recibió el torero al momento de caer herido.
Gracias a los cursos que el doctor ha impartido para brindar las primeras atenciones a heridos por trauma taurino a las personas cercanas al torero en esos momentos, como monosabios y subalternos, es que lesionados como Martínez Kingston ‘viven para contarlo’.
Renglón aparte, ponderó y reconoció el inconmensurable trabajo y conocimiento de todos y cada uno de los doctores y personal que participó durante el proceso pues lo del torero fue un ‘éxito de la medicina moderna’.
*N. de la R.- Algunas fotos que aparecen en esta galería se publican por su carácter noticioso y también para dar testimonio de los avances en la cirugía taurina.
