Por Mary Paz GONZÁLEZ/Fotos ADARBO
* Para ver las fotos, click aquí: Reyes
AGUASCALIENTES.- La última parada que hicieron los Reyes Magos Toreros, “Melchor”, “Gaspar”, “Baltazar” y el sobresaliente en su anual visita a los niños para llevarles regalos fue este sábado 9 de enero por la mañana en la ciudad de Aguascalientes, exactamente en la explanada exterior que se ubica a un lado de la rampa de acceso al patio de cuadrillas del coso Monumental.
El motivo, de acuerdo con la petición que les hizo el entusiasta colega Pedro Julio Jiménez Villaseñor, fue el de hacerles llegar juguetes, bicicletas y un horno para hacer pan a la Ciudad de los Niños de Nuestra Señora de los Dolores, que tiene su ubicación en Teocaltiche, Jalisco, y que estuvo representada por la madre encargada del orfanato, María Antonia Avelar Márquez y varios de los infantes que pertenecen a la altruista institución.
Los Mágicos Monarcas Toreros llegados de los reinos de San Luis Potosí, Distrito Federal y Aguascalientes fueron los matadores de toros Fermín Rivera y José Mauricio, además de los novilleros Luis Miguel Cuéllar y José María Pastor, todos ellos enfundados en trajes que correspondían a los reinos de donde se trasladaron para esta ocasión, además de hacerse acompañar de princesas y un ángel de la guarda.
Así pues, Pedro Julio agradeció a la gente que acudió y respondió al llamado, en tanto que los toreros coincidieron en sentirse más que a gusto con tal de llevar un poco de alegría a los niños de dicha Casa Hogar, donde se les ofrece el calor familiar que de manera natural no lograron tener en su momento, además de que al ver todas y cada una de las caritas de los chavales y chavalas se dan cuenta de que ahora más que nunca se debe ser un buen ser humano y mejor aun cuando quienes se encargan de otorgar esa felicidad son toreros como ellos.
Por su parte, la madre María Antonia, fundadora de la Ciudad de los Niños de Nuestra Señora de los Dolores hace 20 años, con actualmente una población de 8 niñas y 12 niños, entre 6 y 17 años de edad, hizo público su agradecimiento a quienes hicieron posible este feliz pasaje en la historia del orfanato.
Finalmente vino la entrega de los juguetes, de las bicicletas y del horno de panadería para después, gracias a que Luis Miguel Cuéllar llevara un capote y una muleta, los niños pulsaran los avíos para saber cómo se siente pegar una verónica, un derechazo y un natural. Vamos, hasta la madre María Antonia se “echó al agua”. En fin, que todo fue felicidad para estos niños teocaltichenses y de gran paz y armonía en las almas de los toreros Fermín Rivera, José Mauricio, Luis Miguel Cuéllar y José María Pastor, además del autor intelectual del acto, don Pedro Julio Jiménez Villaseñor. ¡Enhorabuena a todos!