* Para ver las fotos, click aquí: Adiós Chicuelo
Con el inicio del nuevo año, otra de las estrellas de la cuadra de Pablo Hermoso de Mendoza se ha apagado y ha seguido el camino que emprendieron muchos de los compañeros de su generación, algunos de ellos hermanos. El último ha sido CHICUELO, el rebelde tordo que fallecía en las cuadras de Zarapuz, en Estella, precisamente unos días después de que la cuadra quedara prácticamente vacía por el masivo desplazamiento de caballos a tierras mexicanas.
La baja de CHICUELO, ha provocado que ese pequeño rincón por donde comenzaba el recorrido por las cuadras de los caballos estrellas y que durante años han encabezado GALLO, CHICUELO y CAGANCHO, haya quedado en apenas dos años vació de viejas glorias. Fueron tres hermanos y sobre todo tres representantes de la ascensión de Pablo a la cima del rejoneo. CHICUELO ha sido el último representante de aquel equipo que en el 1996 fue conocido como el “Dream Team” del toreo a caballo.
CHICUELO nació el 23 de marzo de 1.987 y fue inscrito con el nombre de FINORIO. Hijo de Nilo y de Fazenda, su nacimiento se produjo en la Heredade do Pinheiro, en Portugal. Caballo menudo, muy compacto y con un fuerte carácter, fue adquirido por Hermoso de Mendoza en el invierno de 1.993. Su debut se produjo el 5 de marzo de 1.994, en la localidad toledana de Villarrubia de Santiago y a partir de ese día se convirtió en un fijo en la cuadra del rejoneador navarro, sellando su última actuación en tierras mexicanas, concretamente el 11 de febrero de 2006, en la localidad poblana de Papantla.
CHICUELO intervino en unos novecientos festejos, repartidos entre México y Europa y siempre lo hizo en el tercio de banderillas donde mostró sobre todo una especial habilidad y valor en la cara del toro y una enorme espectacularidad y personalidad en las piruetas. Esta personalidad le hizo ser un caso un tanto especial, con un fuerte carácter, difícil de manejar para los mozos y complicado a la hora de que Pablo se montara en él. El navarro llegó a manifestar que “era el único caballo que le había robado su personalidad en la plaza. Con él me tengo que dejar llevar y dejarlo que haga por sí mismo, interviniendo lo mínimo en su acción”. Ese carácter estaba cimentado en una salud de hierro, que nunca lo hizo estar enfermo, ni sufrir en los viajes y que incluso en la única vez que sufrió una cornada grave, se repusiera de forma milagrosa, a pesar que el pitón le rompió el peritoneo dejando al aire el intestino. Sucedió en la plaza portátil de Bigastro (Alicante) el 9 de agosto de 1997, siendo el propio Pablo, con la ropa de torear y ante la ausencia de personal cualificado el que interviniera tan seria herida.
Conocida era también su enemistad con su hermano CAGANCHO, provocada seguramente por el hecho de que ambos compartían generalmente tercio de banderillas, colocando primero dos palitroques CAGANCHO y posteriormente otros dos CHICUELO. Eso hacía que siempre que CHICUELO iba a salir al ruedo, era CAGANCHO el que entraba por la puerta de la plaza, provocando una situación en la que parecía que el culpable de su salida al ruedo fuera el cuatralbo. Eso provocaba una enorme tensión en los patios cuando ambos se cruzaban y que llegó al punto más alto el 22 de septiembre de 1997 en Medina del Campo, cuando al bajar Pablo de CAGANCHO para subir a CHICUELO, éste consiguió zafarse de la persona que lo sujetaba y se lanzó al cuello de CAGANCHO propinándole varios mordiscos y provocándole varias heridas hasta que pudo ser separado.
Por eso nunca compartían espacios juntos, ni lugares próximos en la cuadra……hasta su jubilación, cuando Pablo decidió que compartieran boxes juntos y a pesar que al principio se ponían muy malas caras, lo cierto es que al final, ya mayorcitos, se notaba una gran complicidad entre ambos y que continuarán disfrutando porque compartirán espacio en las praderas de Zarapuz.
Ha dejado una buena descendencia con caballos como VAN GOGH, CAVIAR o en generaciones posteriores BELUGA, siendo CAVIAR el que más cualidades comparte con su padre.
Con la muerte de CHICUELO desaparece el último representante de esa maravillosa generación de caballos toreros, todos ellos hijos de Nilo y que en manos de Pablo Hermoso de Mendoza alcanzaron, muchos de ellos, la categoría de leyendas del toreo a caballo. MARTINCHO, ALBAICIN, VITI, GALLO, CAGANCHO y ahora CHICUELO, ya no están con nosotros y nos llena de tristeza, pero también de esa satisfacción que produce el saber que todos se fueron habiendo tenido unos años de retiro y un final sumamente placentero.