Columna Invitada: PARTIENDO PLAZA

Valor y determinación

Por Adiel Armando Bolio

Amigos de la Fiesta Brava, mucho gusto en saludarlos, cuando la empresa que reabrió El Toreo de Cuatro Caminos a principios de los años 90, en el siglo pasado, tuvo a bien sacar del retiro al diestro andaluz, el maestro Manolo Cortés, para debutarlo en tan emblemático escenario aledaño al entonces Distrito Federal, en la zona de Naucalpan, en el Estado de México, se le presentó en una rueda de prensa y en ella se le preguntó que como es que había accedido a este compromiso estando ya alejado de los ruedos de manera profesional, a lo que respondió el diestro de Ginés, Sevilla, con elocuente sabiduría que cuando el toreo se tiene en la cabeza y en las muñecas de las manos no hay ningún problema.

Ello viene a colación después de poco más de 20 años tras de haber presenciado el reciente 27 de marzo, Domingo de Resurrección, en el cuarto festejo y tercero de selección de la Temporada Novilleril Internacional 2016 en el legendario coso aguascalentense “San Marcos”, el debut formal con caballos del joven aquicalidense Iván Hernández, quien con tan sólo tres festivales toreados y toda la enseñanza que abrevó de su maestro el matador de toros Fabián Barba tanto en la Academia Taurina Municipal de Aguascalientes como en los diferentes tentaderos que llegó a hacer, demostró que cuando se tiene valor y determinación no tendrá problema alguno para ir subiendo escalones en su todavía incipiente trayectoria taurina.

Y es que así como el maestro Manolo Cortés, quien sin estar en ritmo cumplió decorosamente con el compromiso en el coso cuatrocaminero, Iván Hernández sin estar muy toreado dio la cara para presentarse de manera formal como novillero con picadores y jugándosela a lidiar un solo astado del decepcionante encierro de Pastejé, “Don Cruz”, al que supo darle la lidia adecuada y precisa para cuajarle una faena variada, plena de imaginación e inspiración, lo que al final provocó que acabara con una “sequía” en el corte de apéndices en el serial obteniendo una más que merecida oreja, encerrado todo ello en el que llamé un agradable triunfo del debutante.

Ojalá y que quienes se vistan de luces en las sucesivas novilladas del actual serial sanmarqueño entiendan que lo que están haciendo es, supuestamente, lo que más les gusta, lo que más anhelan, así es que disfrútenlo, no lo sufran, valoricen las oportunidades y muestren, como lo ha hecho Iván Hernández, ganas de ser, de trascender y por eso es que a todos ellos les recuerdo que “cuando la inteligencia humana y la irracional belleza animal se conjugan en la arena ¡surge el toreo! Arte y bravura en escena”.