Federico Pizarro es claro en sus conceptos

Dicen, quienes ‘chanelan’, que ‘el toreo es el espejo del alma’. Frase que podría definir al matador de toros Federico Pizarro, hombre íntegro que no se da coba.

El pasado viernes, el torero capitalino actuó en la Feria de Texcoco, donde tuvo una tarde cuesta arriba.

Contario a muchos toreros que se escudan en mil y un pretextos, Pizarro habla con gran transparencia de lo que sucedió ese día.

‘Me siento muy molesto conmigo mismo porque cometí un error que no me puedo permitir. El primero de mi lote me había dado un duro golpe en la rodilla. Para la lidia de mi segundo, el dolor persistía, tenía inmovilizada la rodilla y le pedí a uno de mis banderilleros que llevara al toro con el varilarguero pero lo picaron de más’.

‘Ya pasaron varios días y me sigue dando mucho coraje. El toro recibió más castigo del que debería haber sido y lógicamente el gozo se fue al pozo’, reconoce el diestro, quien ya sabe lo que es cortar un rabo en la Plaza México.

‘Me quise guardar para la faena de muleta y descuidé el tercio de varas. Un error que no se puede permitir ningún matador de toros con los años de alternativa que tengo. Era una corrida muy importante para mí’.

– ¿Es decir que en el toreo jamás se deja de aprender?

– Ni en el toreo ni en la vida. Nunca se deja de aprender. El ser humano está en evolución constante, reconoce Pizarro, quien agrega ‘yo soy quien comanda a la cuadrilla y tal vez tuve que ser más enérgico. Ni hablar soy humano y cometo errores’.

Sin embargo, aunque es propio del hombre equivocarse, son contadas las personas que lo reconocen. ‘Yo creo que para poder aceptar tus errores, debes estar bien contigo mismo y principalmente con Dios’, subraya.

Federico, quien es apoderado por Tauroarte, de Alejandro Hinojosa y Ricardo ‘El Negro’ Montaño, tiene la mira puesta en su próximo compromiso, el 30 de abril en la Plaza El Relicario de Puebla, donde forma parte de un cartelazo de lujo en el que aparecen el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y el diestro Arturo Macías, con toros de Fernando de la Mora y Los Ébanos.

‘Ahora mismo tengo la mira puesta en esa corrida. De hecho no estoy pensando en otra cosa que no sea triunfar en Puebla y ganarme mi siguiente actuación. Esa es la mentalidad de un torero, el día a día. Puedo decirte que mis próximas corridas dependerán de lo que suceda en Puebla, tengo que salir al ruedo a ganarme mi próxima actuación y así sucesivamente’ confiesa el maestro capitalino con gran sencillez.

‘Estos días previos al compromiso de Puebla estaré en el campo bravo. Afortunadamente tengo amigos ganaderos que siempre me han apoyado y esta vez, ya me lo hicieron saber, no será la excepción. Tendré la oportunidad de realizar diversos tentaderos’, asevera Federico Pizarro, hombre de profunda religiosidad e inquebrantable vocación.