¿Y la suerte de matar?
Por Adiel Armando BOLIO
Amigos de la Fiesta Brava, mucho gusto en saludarlos. Estamos prácticamente en la recta final de la Temporada Novilleril Internacional 2016 del emblemático coso “San Marcos”, mismo que está registrando ya 120 años de rica historia, y al contrario de otros seriales anteriores en el citado escenario taurómaco de la ciudad de Aguascalientes a la altura de este que lleva cinco de los siete festejos anunciados ya se habían cercenado varios trofeos auriculares cuando en el actual apenas se han obtenido dos, uno para Javier Castro y otro para Iván Hernández, ambos por cierto toreros de la Tierra de la Gente Buena.
Lo contrastante en ellos es que Javier Castro es un novillero consolidado que ya puede estar pensando en la alternativa en tanto que Iván Hernández apenas debutó de manera formal como novillero con caballos e hizo albergar muchas esperanzas en su carrera taurina.
Pero si únicamente ellos han sido capaces en festejos de selección de “tocar pelo”, jugándose todo en un astado, entonces que ha pasado con los demás chavales que ya han tenido la oportunidad de actuar en los primeros cinco festejos del presente serial menor sanmarqueño, es decir, qué les ha pasado a los otros veintidós novilleros que han tenido esa oportunidad.
¿No saben realizar la suerte más importante en el toreo? La de matar. ¿No le ponen empeño al entrenamiento relacionado con ella? ¿Es falta de encontrar su tranquillo, la distancia, el espacio, en corto, de largo? Dicen que para oficiar con el estoque se debe hacer en corto y por derecho, dando el pecho y con una gran determinación, pues en la espada está la fama, el dinero, los contratos o el fracaso, la inconsistencia y la falta de confianza en sí mismo.
¿Qué es lo que pasa entonces? Pues no es privativo de los novilleros ya que muchos de los matadores, de aquí y de allá, de cualquier categoría, adolecen de ese malestar a la hora buena, en la llamada “Suerte Suprema”.
Hemos visto, presenciado, atestiguado y de la misma manera nos hemos enterado de que muchos toreros retirados que figuraron por ser estupendos estoqueadores que dan consejos a los chavales que empiezan o a novilleros hechos y derechos de las formas y maneras de perfilarse para entrar a matar, sin embargo, más que la enseñanza, que no deja de ser buena, está en la mente de ellos el saber y convencerse de que liando la muleta, montar la espada e irse tras ella van con la plena convicción de encontrar los blandos para dejar la estocada que les afiance el triunfo. Y es que no es que sea fácil pero, reiteramos, la determinación es fundamental.
Si durante la lidia de la res brava se la han jugado 12 o más minutos, que más dan 3 o 5 segundos más para echarse sobre el morrillo, vaciar con la sarga y mojarse los dedos de la mano, saliendo satisfechos y llenos de gozo por el éxito alcanzado. Por ello a los jóvenes que están en capilla el próximo domingo 10 de abril en el coso “San Marcos”, dentro de la sexta función menor, les recuerdo que “cuando la inteligencia humana y la irracional belleza animal se conjugan en la arena ¡surge el toreo! Arte y bravura en escena”.