Se probaron los chavales del Encuentro Mundial (*Fotos*)

 

POR MARY PAZ GONZÁLEZ/ Fotos ADARBO

AGUASCALIENTES.- Al mediodía de este miércoles 4 de mayo en el tentadero del rancho Sierra Brava, en el municipio aquicalidense de San José de Gracia, donde se ubica la dehesa de Medina Ibarra, casa de la divisa en rojo y vino, propiedad de los señores Jorge Medina Rodríguez y Jorge Medina Ibarra, se llevó a cabo la tienta de cinco vacas que sirvió de entrenamiento para cinco de los siete chavales aspirantes a novillero que tomarán parte este jueves 5, en punto de las 19:00 horas, en el coso “San Marcos”, dentro del X Encuentro Mundial de Escuelas Taurinas bajo la dirección de la Escuela de Espectáculos Taurinos de México, que dirige el ganadero Claudio Huerta Guerra.

De esta manera, ante una nutrida asistencia, entre ganaderos, toreros, aficionados y prensa especializada, bajo un cielo despejado y mucho calor, el aquicalidense Miguel Aguilar abrió la actividad parando la primera vaca, marcada con el número 190 de sangre española Coquilla con cruce mexicano por medio de ganado del finado don Roberto Ibarra, para luego cuajarle un vistoso quite por tafalleras. Una vez vista la buena calidad de la becerra, Mario se dio a torear con soltura por ambos lados y aprovechando las bondades de la medinaibarreña. Dada su poca edad taurina, tuvo algunos contratiempos pero siempre resolviendo bien. De la “tres” se encargó el novillero zacatecano Mariano Sescosse, quien estuvo más que empeñoso.

Como segundo salió el madrileño Carlos Ochoa, quien a la vaca herrada con el número 223 de sangre española a través de los encastes de Buendía, Camino y Coquilla, además de pararla y de que fuera de lejos al caballo con mucha alegría, se dio gusto toreándola y templándola con largueza por los dos pitones y la becerra siempre yendo a más y el torero disfrutando cada muletazo que le permitió darle, con inventiva y variedad hasta en más de cien muletazos. De las “tres” le tocaron al novillero neoleonés Juan Padilla, quien de igual forma se recreó largando tela de la buena.

En tercer lugar tentó el lusitano Joao Pedro Ganchas a una vaca con el número 219, hermana de la anterior de sangre ibera Buendía, Camino y Coquilla, para empezar parándola y luego cuajarle una labor más que empeñosa y torera pues la becerra no fue tan fácil, además de ser huidiza. Aun así le logró endilgarle buenos muletazos por el pitón derecho, aprovechando para pulir su parte lidiadora. Lo intentó por el izquierdo pero sin mucha fortuna. A las “tres” acudió Mariano Sescosse para darse una buena entrenada.

Como cuarto salió el almeriense Sergio Roldán para parar de inicio a la vaca marcada con el número 222, hermana igualmente de las dos anteriores de sangre española Buendía, Camino y Coquilla, y después realizarle un trasteo que comenzó doblándose toreramente y seguir por estupendos naturales. Por derechazos no se empleaba tan bien pero el chaval si lo hizo con evidente torerismo. A las “tres” salió Juan Padilla para de la misma manera alistarse con mucho ánimo.

Cerró las labores de tienta el joven francés Geoffrey Chantel con una vaca que lucía el número 224 en el costillar izquierdo, de sangre mexicana por el lado de San Martín y español por Buendía. La paró y luego se dio a realizar una faena, a pesar de su poca experiencia, con tintes de mucho arte y temple por los dos perfiles. En las “tres” Mariano Sescosse dejó ver mejor las estupendas cualidades de la becerra, por lo que le dio la oportunidad de hacer el toreo con largueza y exposición.

Cabe señalar que de la tienta a caballo se encargó el destacado picador de toros aguascalentense Héctor Cobos, quien muy bien midió la bravura de las cinco vacas examinadas.

Al final de cuentas, el ganadero Jorge Medina Ibarra, junto con su padre, tras el análisis concienzudo que realizó de la tienta, determinó que la primera vaca, la número 190, la segunda 223 y la quinta 224 se quedaran y las otras dos, la 219 y la 222, se fueran al rastro.

Como cerrojazo, en las afueras de la plaza de tienta, a pesar de un fuerte aironazo, el destacado Chef torero Manolo Ayala brindó a todos los asistentes una suculenta paella y ricas bebidas. ¡Enhorabuena y suerte para todos!