Si habría que definir a la matadora de toros Hilda Tenorio con dos palabras, éstas serían ‘tesón y vocación’ porque ni los percances ni los quirófanos e incluso ni las traiciones, la han hecho claudicar en su sueño de vestir de luces.
Hilda conoce los dos lados de la moneda. Sus buenas maneras como lidiadora le llevaron a ser la primera mujer en tomar la alternativa en la Plaza México.
Pero también ha conocido el lado duro de la fiesta de los toros. Ese que ha hecho que más de uno hagan la ‘graciosa huida’.
Hilda, quien sufrió una cornada en el rostro en 2003, cuando era niña-torera, sabe lo difícil de la profesión pues en su etapa novilleril padeció duras lesiones en las rodillas que le llevaron a ser operada en tres ocasiones y a estar inactiva igual número de años.
Tras esas lesiones, una tarde de 2011 sufrió una rotura de menisco en la rodilla derecha y estuvo otros meses más en el hule. Cuando parecía que todo marcharía con regularidad tuvo otro duro y difícil momento pues en Zacatecas, durante una corrida, sufrió la rotura del tendón de Aquiles derecho, lo que la mantuvo cerca de nueve meses en difíciles rehabilitaciones.
COMPLETAMENTE RECUPERADA
Pero Hilda, quien está demostrado, atesora un ‘corazón de león’, no tenía en mente otra cosa que no fuera volver a los ruedos. Y lo hizo en plan grande, en una encerrona en Tepozotlán, estado de México.
‘Ese día de la encerrona quise demostrarle a todo el mundo que estaba de regreso, que estoy bien, lista y fuerte para afrontar cualquier compromiso’, señala la propia Hilda, quien en la pierna derecha ha sido sometida a seis operaciones.
Tenorio Patiño, quien tiene más de la mitad de su vida como torera, es categórica al hablar del ‘motor que mueve su vida’. ‘Yo soy torera y me asumo como tal. Es la carrera más bonita del mundo y por eso visto de luces. Ahora, ya recuperada totalmente, quiero sumar la mayor cantidad de festejos posibles para llegar a la Plaza México y buscar el triunfo consagratorio’.
Su condición de mujer, en un espectáculo en el que predominan los hombres, tampoco ha sido obstáculo para que se abra paso. ‘Yo sorteo como todos mis compañeros. Jamás he pedido un encierro chico o de determinadas características. Sorteo como todos los demás y es ahí donde la mayoría de mis colegas, compañeros de profesión, reconocen mi profesionalismo’, comenta Tenorio, quien es clara en sus conceptos pues comenta que ‘lo importante es lo que llevan los bureles dentro. Como torera, estoy más pendiente del juego que del trapío pues hay muchos toros grandes que dan muy buen juego y te permiten sentirte plena y torera. Puedo decirte con orgullo que yo le he salido a Chón Lagañas’.
COMO TORO BRAVO
Al hablar sobre las traiciones que ha sufrido, dice ‘así es la vida, tú crees en muchas personas que de pronto te voltean la espalda y te quieren hacer un mal. Pero es muy cierto aquello de que no hay mal que por bien no venga. Como toro bravo siempre hay que crecerse al castigo y sacar la casta’, reconoce la valiente Hilda Tenorio, quien espera que la segunda mitad de 2016 sea benéfico en su desarrollo como torera profesional.
Antes de dar por concluida la entrevista, surge otra pregunta y es que los toreros, artistas finalmente, transmiten hacia el tendido un sentimiento, ¿estás enamorada..?
Sus ojos, casi en automático desprenden un brillo muy especial al tiempo que no puede ocultar un rubor en sus mejillas, ‘sí, lo estoy’.
Tras estas palabras, Hilda Tenorio Patiño, matadora de toros, pone punto final a la entrevista en la que demuestra que ni la cuesta más empinada es obstáculo para pelear por alcanzar sus metas.
* En las fotos, varios aspectos de la vida y carrera de la matadora de toros Hilda Tenorio
