La casa ganadera de San Maximiano abrió sus puertas para que el novillero Patricio Ochoa afinara su toreo con una vaca y un novillo que resultaron muy buenos, tarde campera que compartió al lado de mas novilleros como Manuel Gutiérrez y José María Hermosillo.
Los avances técnicos de Ochoa se han visto enriquecidos con el paso del tiempo al asimilar de buena manera las diversas tardes que tanto de corto y de luces ha estado en la cara del de ‘negro’.
En San Maximiano ha toreado con gusto y reposo a dos ejemplares que con bravura y calidad se complementaron de buena manera con el Ochoa.