‘Me la jugué’: Arturo de Alba

 

Por MIGUEL GARIBAY, corresponsal

GUADALAJARA.- El novillero tapatío Arturo de Alba convalece de la dura y grande cornada que sufrió ayer durante su actuación en la Plaza El Nuevo Progreso de esta ciudad capital.

El percance, en la pierna derecha es grande, aunque afortunadamente es de los llamados ‘limpios’ es decir que no afecta arterias u órganos que pongan en riesgo la vida del valiente torero, quien dice, con franqueza, porque llegó el percance:

‘La verdad es que me la jugué. El novillo se colaba desde que inicié la faena y me había dado cuenta de ello en un principio. Ya se me habían ido por delante con el corte de una oreja y no podía pasar inadvertido’.

‘Para todos los toreros Guadalajara representa mucho y no podía pasar inédito,  menos estando ante mi gente, en mi tierra. Yo sabía que el novillo me podía prender al tirarme a matar, pero el toreo es de hombres y había que jugársela y precisamente en la suerte suprema fue que llegó el percance. Me tocó salir por la puerta de la enfermería, ni  hablar. En Guadalajara sólo hay dos puertas por las que vale la pena salir, la primera, la mejor, la Puerta Grande, la otra la de la enfermería. Me tocó la segunda pero así es esto’, señala.

De 22 años de edad, De Alba dejó trunca la carrera de derecho para buscar fortuna como torero. ‘Son gajes del oficio. La de ayer fue mi segunda cornada. Mi bautizo de sangre tuvo verificativo el año pasado en la Plaza Arroyo’.

Entre martes y miércoles abandonará el sanatorio para continuar rehabilitándose en el calor de su hogar. De momento, no tiene una fecha definida para volver a vestir de luces.

* Fotos abajo, los dos lados de la moneda (Fotos de Memo Espinosa Navarro)