*Fotos del maestro ANGEL SAINOS
El pasado fin de semana los hermanos Adame, Joselito y Luis David, viajaron de la ciudad de México a Chapantongo, Hidalgo, para llegar a la hacienda El Sauz, donde sientan sus reales las ganaderías de los hermanos Cuevas, Jorge que es dueño de Acapangueo; Ernesto, que tiene el hierro que lleva su nombre y Alfonso Cuevas escrupuloso ganadero de Maravillas.
Ganaderos de estirpe que descienden del legendario criador Carlos Cuevas, piedra fundacional de la ganadería en México, cuyos toros fueron estoqueados por las máximas figuras de la época de oro.
Hasta este lugar enclavado en el bello paisaje bucólico hidalguense llegaron los famosos toreros de Aguascalientes invitados por don Alfonso a realizar labores de campo siempre necesarias para tener a punto sus facultades físicas y ensayar con las bravas vacas el lado estético y la eficiencia de sus tauromaquias.
Un cielo entoldado amenazaba la realización de esta faena campera pero finalmente se pudieron tentar 6 vacas de este hierro, 3 de línea Saltillo y 3 de Coquilla simiente con la que recientemente ha conseguido resonados triunfos en distintas plazas del país, en un ambiente muy íntimo la decena de afortunados concurrentes disfrutaron de este silencioso concierto que es el toreo.
Dos vacas resultaron extraordinarias y acudieron de tercio a tercio al caballo de César Morales, que las toreo con paciencia y sabiduría. Las cuatro restante también dieron buena nota. En esta casa se tienta a la usanza antigua es decir sin capotes como si se tratara de machos y ya que las vacas han sido vistas se utilizan los avíos así que los hermanos Adame ejercitaron también las piernas llevándolas por colleras al burladero contrario del picador.
La tienta fue silenciosa y plena de oficio por parte de los toreros mientras el ganadero daba algunas indicaciones y anotaba en su libro de registro, largas faenas en que ambos pusieron su estilo en ejercicio y se vio lo distinto de su expresiones la de José plena de maestría y la de Luis David con personalidad y frescura.
Entre faenas compartían los toreros opiniones con el criador y al terminar se dirigieron muy satisfechos al potrero para ver la corrida que casi esta lista para irse a la plaza. Recorrieron los potreros y al regresar don Alfonso les platicó la historia del las cabezas de los toros que adornan la hacienda, entre ella la de ‘Muñeco’, primer toro indultado en la México para después convidar a los asistentes a compartir el pan.
Una tarde memorable como lo son siempre en casa de los Cuevas, que sirvió como preparación para los próximo compromisos de ambos pero sobre todo del hermano mayor que el 2 de noviembre estará en Tlaxcala y el 11 protagonizará sensacional mano a mano con el peruano Andrés Roca Rey en la inauguración de Acrópolis en la bella ciudad de Puebla.
*Fotos del maestro ANGEL SAINOS