Columna ALTERNATIVA: Todo Cambia

Todo cambia

Por Gustavo Mares

Es increíble lo rápido que pasa el tiempo; cambian modos y formas. En la fiesta brava no es la excepción.

En el renglón de las novilladas, por ejemplo, hace todavía algunos años los chavales que aspiraban a tomar la alternativa tenían que sumar un importante número de festejos en provincia para poder hacer el paseíllo en la Plaza México.

Hogaño resulta todo lo contrario. Los novilleros sueñan con ‘pegar un palo’ en la monumental capitalina que les abra las puertas de escenarios de provincia.

No hace mucho, en redes sociales, personas cercanas a uno de los novilleros que actuaron en los recientes festejos del coso de Insurgentes se quejaban amargamente de que no había toreado nada en dos años. No hace falta chanelar para vaticinar que no le iría bien, cosa que sucedió.

Anteriormente, a este reportero le llegó a tocar escuchar la confesión de algún torero que decía, con gran tristeza, que no actuaría en la México pues no se sentía lo debidamente preparado. Y vaya que había toreado bastante en provincia.

En el renglón de los matadores de toros también hay cambios significativos.

Antaño era habitual que todos se contrataran con todos. Hogaño la mayoría de los carteles en determinados escenarios están definidos por el grupo o empresa que programa, casi en exclusiva, a sus propios toreros.

Así las cosas hay diestros que es muy difícil ver en determinados escenarios porque la empresa X lo tiene vetado o bien porque no le gusta al empresario Y.

Los más perjudicados son, como siempre, los aficionados, que deberían ser los más arropados pues son los que pagan un boleto y por ende, mantienen el espectáculo.

Por lo anterior, cada día más, poblaciones tlaxcaltecas, mexiquenses e hidalguenses se están convirtiendo en el oasis taurino no sólo de los hombres que visten de luces y que no pertenecen a determinado grupo. Sino también de aficionados que quieren ver a toreros diferentes que no se anuncian o que no son tomados en cuenta por ciertos promotores.

Paulatinamente, la provincia mexicana cercana a la Ciudad de México se está convirtiendo en uno de los bastiones más importantes de la tauromaquia de nuestro país en estas épocas en las que tal pareciera que la fiesta brava corre el riesgo de monopolizarse.

Es en estos momentos que se echa de menos a empresarios diferentes y hasta controvertidos, pero eficientes, como José Antonio González ‘Chilolín’, quien podría ser un importante ‘contrapeso’ ante lo cerrado de muchas plazas de las grandes ciudades.

Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Qué torero extranjero planea sumar medio centenar de festejos en tres meses en nuestro país?