PETO, Yucatán.- Ante un lleno se dio una corrida de rejones con ganado de San Marcos, muy bien presentado y de variado comportamiento.
El coso registró buena entrada.
Hernández Gárate desorejo al primero de la tarde, tras una faena muy aseada, ligada y sin tiempos muertos en la que consiguió momentos de gran temple y emoción en el tercio de banderillas y fue contundente con el rejón de muerte desatando así la petición popular que el juez atinadamente atendió y otorgó las dos orejas.
Con su segundo volvió a estar muy torero y entregado, desafortunadamente tras sepultar el rejón de muerte, el de San Marcos se amorcilló y tuvo que hacer uso del descabello en repetidas ocasiones, perdiendo así las orejas que tenía ganadas a ley, quedando todo en una cerrada ovación.
Horacio Casas anduvo muy dispuesto y con ganas de agradar al público toda la tarde, pero sus fallas con el rejón de muerte le privaron de cortar algún trofeo. Se llevó una paliza muy fuerte con el caballo de salida que perdió las patas y el toro los encontró de frente haciendo por el rejoneador capitalino, quien tras ser fuertemente golpeado volvió al ruedo para concluir con su actuación.
El español Andrés Romero enfrentó en su primer turno a un toro reservón y complicado que le exigió mucho y con el que Romero anduvo muy por encima de las condiciones de su enemigo al que pinchó siendo aplaudido.
Con su segundo anduvo muy solvente y disfrutando cada una de las suertes que realizó, demostrando el por qué es uno de los rejoneadores más importantes en su país, realizando una gran faena que fue coronada con un rejonazo que le valió el corte de las dos orejas del cierra plaza.
Al término del festejo Hernández Gárate y Romero salieron a hombros.
*En la foto siguiente, el duro momento que vivió Horacio Casas
