Fermín Rivera… !TORERO, TORERO!

Por: Mauricio Ramos/ Foto de Gabriel Saraya

San Luis Potosí.- Ante un lleno, el avecindado en San Luis Potosí Fermín Rivera escuchó el grito consagratorio de Torero, Torero, previamente en el primero de su lote cortó una oreja.

Pablo Hermoso de Mendoza fue muy castigado por el respetable; mientras que a los toros de Ignacio Garibay les pegaron de más.

Al término del paseíllo, se le entregó a manera de homenaje una placa al extraordinario picador de toros Ignacio Meléndez quien el pasado domingo en el ruedo de la Monumental Plaza de Toros México dijo adiós a los ruedos de forma profesional.
EL FESTEJO
Abrió plaza el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, enfrentando a ‘Campero’, toro de la ganadería de Fernando de la Mora, mismo que de salida fue pitado, pues traía un pitón derecho suelto, razón por la cual fue regresado a los corrales.
Por ello saltó a la arena un toro de reserva, de la ganadería de Campo Hermoso, mismo que fue justo de presentación, sin nombre, que en su lidia fue ‘facilote’ al que le puso dos rejones de castigo, el primero en buen sitio y el segundo algo trasero. En banderillas a una mano las dejó certeras, dejando tres cortas y la rosa en buen sitio. Cabe hacer mención que el rejoneador cambiaba de caballos, sin anunciarle al respetable. Con el rejón de muerte en el primer viaje lo dejó dejándolo trasero, caído y contrario; en el segundo un mete y saca, echando pie a tierra, para terminar con el primero de la velada, retirándose entre pitos, mientras que inexplicablemente el juez de plaza ordenó arrastre lento para el toro.
El primero de lidia ordinaria llevó por nombre ‘Caminito’ procedente de la ganadería de la Estancia y que en suerte correspondió al capitalino Ignacio Garibay quien lanceó a la verónica, llevando el toro del tercio al centro. En varas, el toro apretó, rectificando el montado en el segundo puyazo, dejándolo trasero. Con la muleta el capitalino en su mayoría faena derechista, con la que logró momentos importantes, conectando con el respetable por la calidad y temple con la que instrumentó, sin embargo a lo largo de la faena el puyazo trasero cobró factura. Con la espada en el primer viaje pinchó, en el segundo la dejó trasera y tendida, tomando la espada corta de descabello, escuchando palmas.
Saltó a la arena ‘Alondro’, número 10, para el avecindado en San Luis Potosí Fermín Rivera, toro emotivo y claro, con el que estuvo elegante a la verónica. Con la muleta faena de clase, iniciando con doblones para hacerse de su enemigo, para de eta forma Fermín poner la calidad que atesora. Con la espada la dejó en tres cuartos en buen sitio para ser premiado con una oreja.
El cuarto de la noche un berreando aparejado, llevó por nombre ‘Lobito’,  número 200 para el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, quien dejó los rejones de castigo, uno trasero y otro en buen sitio. El resto de la lidia instrumentada con maestría, clavando los palos en buen sitio, rematando en sus ejecuciones, toreando a la grupa, parando al respetable de sus localidades. Todo ello se vino abajo al oficiar con el rejón de muerte, pues se puso pesado, por ello echó pie a tierra, tomando la corta de descabello, terminando al primer golpe. Palmas.
En el lugar de honor salió el toro de nombre «Carabobo», procedente de la ganadería de la Estancia, segundo del lote del matador Ignacio Garibay quien hizo todo, pues el toro pasaba con la cabeza a media altura, sin transmisión. Con la espada se le hizo de hueso, tomando la espada corta dando seis golpes de descabello. Escuchó tibias palomas al retirarse a la barrera.
Cerró plaza Fermín Rivera, enfrentando a ‘Capulín’, número 22, con el que el diestro estuvo enorme, corriendo la mano con clase, estilo y estilo, siendo jaleado cada muletazo por el respetable, ante un toro noble. Desafortunadamente Fermín pinchó arriba en el primer viaje, pese a ello escuchó el grito consagratorio de TORERO, TORERO, tomando la espada corta, terminando hasta el tercer golpe de descabello.