PLAZA MÉXICO: Grave cornada a Romero; emocionan los de Piedras Negras (*Fotos*)

 

 

Los toros de Piedras Negras volvieron a la Plaza México luego de casi 22 años de ausencia. El ganadero Marco Antonio González fue el triunfador de la función, luego de que tras la lidia del quinto de la tarde, el público lo hizo saludar desde el tercio. Al término de la corrida, en la que no se cortaron orejas, el propietario de la legendaria ganadería dio una vuelta al ruedo.

Los astados divisa negro y rojo salieron en el tipo innegable de Piedras Negras. Con astifinas cornamentas, edad y el peso promedio del toro mexicano, no el ‘elefante relleno de kilos’. Arrancaron la ovación popular en cuanto saltaron al ruedo. Los piedranegrinos echaron por los suelos el mito de que el trapío son kilos. Cuando el toro tiene la edad y sus astas íntegras, lo demás viene por añadidura.

En cuanto a juego, con matices, desarrollaron esa bravura seca, áspera, que exige de sus lidiadores poder en la muleta. El enrazado primero buscaba los tobillos del torero; el segundo acometía mejor por el derecho, con gran transmisión; el tercero le volteó la cara al caballo y soseó en el tercio final. Concluía el muletazo con la cara a media altura; el cuarto fue bravo y enrazado; el quinto tuvo raza y cierta aspereza; el sexto, soso, se echó a media faena.

LOS TOREROS

Antonio García ‘El Chihuahua’, lució en banderillas con su primero. Brindó dos veces luego que su montera cayera con los machos hacía arriba. Cumplió bien y mató de un espadazo entero que hizo doblar a su enemigo. Escuchó palmas.

Con el quinto de la tarde, que brindó a la memoria de ‘El Pana’, no se acomodó y escuchó división de opiniones tras un aviso. En el que pasaportó por Antonio Romero le sonaron dos bocinazos.

Juan Fernando logró sus mejores momentos por el lado derecho. La transmisión de toro y torero emocionaron a la afición, que respondió en la taquilla. El astado se quedaba corto por el izquierdo. Tardó en matar y la autoridad le envió dos recados.

Mario Aguilar aprovechó la suave embestida del piedranegrino al que toreó con pinturería por naturales. Palmas tras dos avisos.

En el que cerró plaza, Aguilar lanceó cadenciosamente a la verónica. Acusó el aguascalentense lo poco toreado que está y para colmo el burel se echó a la arena. Tras levantarlo se tiró a matar de estocada fulminante. El público le ovacionó.

CORNADÓN

El cuarto del festejo prendió de fea manera al banderillero Jorge Mirafuentes, a quien de allá arriba le hicieron ‘el quite providencial’.

El zacatecano Antonio Romero salió a pegarse un arrimón. Inició su faena con emocionantes cambiados por la espalda. El público se le entregó pues en automático palpó su entrega.

Pegó un cambio de mano dando al toro la salida hacia las tablas. El burel se revolvió en un palmo de terreno, tiró a Romero y en la arena le pegó un cornadón grave, que le dañó ano y recto.

La operación, según dijeron miembros del cuerpo médico, será larga, por lo que este lunes por la mañana el doctor Rafael Vázquez Bayod, Jefe de los Servicios Médicos de la Plaza México, emitará el parte médico oficial.

*FOTOS de ANGEL SAINOS