PLAZA MÉXICO: Vuelta al ruedo de Silis en tarde sin trofeos; jurado decidirá al ganador de premios (*Fotos*)

*FOTOS de ANGEL SAINOS

La final del serial Sed de Triunfo se saldó sin corte de orejas. La única vuelta al ruedo fue la que dio el diestro de Iztacalco, Juan Luis Silis, con el que cerró plaza. El aguascalentense Fabián Barba firmó una interesante faena con el primero de la tarde y el jalisciense José Murillo tuvo destellos.

Se lidiaron toros de San Marcos, muy bien presentados, algunos de muy desarrollada cornamenta, desiguales en tipo y con complicaciones en términos generales.

Debido a que no se cortaron orejas, la empresa esperará a que el jurado designe al torero que ganará el premio de diez corridas de toros en los principales cosos de nuestro país, además de un contrato en la próxima Temporada Grande.

EL FESTEJO

El astado que abrió plaza desarrolló un peligro sordo. Fue  soso, sin fijeza y miraba al lidiador. Barba lo cambió de terrenos un par de ocasiones y demostró que tiene una técnica sólida. Tras un pinchazo y estocada entera fue ovacionado. El aguascalentense ‘se recetó’ una salida al tercio.

El segundo de su lote tenía medias embestidas con la cara arriba. Fabián pasaportó al astado de estocada baja para escuchar palmas.

El primero de Murillo fue de Valparaíso, toro que se escupió de la suerte de varas. Llegó al tercio final soso y reservón. El torero pegó algunos naturales que le fueron coreados. Pronto el burel se echó a la arena y tardaron en incorporarlo. El Jalisciense culminó su labor de estocada y dos golpes de descabello.

Con el andarín quinto, Murillo trazó derechazos emocionantes pero no pudo redondear el trasteo. En la recta final de la faena se le vio embarullado. El público le aplaudió a José, quien por cuenta propia saludó desde el tercio sólo para escuchar más protestas que palmas.

El primero de Silis fue áspero. El de Iztacalco inició con doblones de castigo. Su faena fue de ‘unipases’ pues el burel le impedía ligar los muletazos ya que pegaba arreones más que embestidas. Sufrió un par de desarmes y fue ovacionado.

Lo mejor llegó con el último que fue a más. De inicio se quedaba corto y calamocheaba. Paulatinamente alargó sus embestidas y aunque concluía con la cara a media altura, Silis lo aprovechó para pergeñar buenos derechazos. También lo toreó por naturales pero el burel acometía mejor por el otro lado.

La mácula de su actuación llegó con el acero. Se apresuró al tirarse a matar y lo que pudo ser un triunfo contundente quedó en fuertes palmas. Silis se arrancó a dar la vuelta al ruedo. El de Iztacalco tuvo todo para ser el máximo triunfador pero no pudo rubricar su labor con los aceros.

Saludaron desde el tercio los banderilleros Gerardo Angelino y Pascual Navarro.

A medio festejo se anunció que el torilero José Ignacio Flores diría adiós a la profesión luego de 62 años de actividad.

Si bien los tres toreros cumplieron más que decorosamente con la papeleta, a fuerza de ser sinceros faltó ese punto de ‘apasionada entrega’ que marca la diferencia entre una buena tarde de toros y una espectacular e inolvidable.

*FOTOS de ANGEL SAINOS