El diestro Diego Silveti se recupera de la cornada que sufrió el domingo en Aguascalientes, donde se lleva a cabo la Feria de San Marcos.
El menor de la dinastía mexicana enfrentó un toro de Jaral de Peñas, bravo y noble, que le infirió una cornada en el muslo izquierdo. A la postre, ese astado merecería los honores del indulto y el torero, quien cuajó una gran faena pese a tener el muslo atravesado, recibió las orejas y el rabo simbólicos.
Desde la cama del hospital en el que es atendido, el torero guanajuatense señala ‘tengo ocho cornadas. La misma experiencia te dice cuando estás herido o sólo sufriste una voltereta o un golpe muy duro. Yo me sabía herido’.
La cornada, que inicialmente se dijo era de 20 centímetros, fue más grande de lo que se apreció en una primera instancia.
‘Fue una cornada de dos trayectorias. Una de estas me atravesó el muslo de lado a lado’, subraya Diego.
Pese a estar herido, Diego Silveti del Bosque toreó, triunfó y todavía se dio el lujo de dar una emotiva vuelta al ruedo con el ganadero esbozando una sonrisa.
‘Soy un Silveti. Nos caracteriza la raza y la entrega. Claro que me sabía herido. Pero un torero jamás hará muecas ni aspavientos de dolor. Las cornadas son parte de la profesión y a veces llegan’.
‘Cuando toreas te abandonas. El cuerpo pasa a un segundo plano y te pones en manos de Dios. Es cuando tienes que demostrar el amor y la vocación que sientes por la profesión que elegiste’.
‘Tras la cornada me incorporé y pude caminar, no necesitaba más. Por eso es que me quedé en el ruedo’, señala Diego.
Bisnieto, nieto, sobrino e hijo de matadores de toros, el valiente Diego Silveti reconoce que la del domingo fue una de las tardes más emotivas de su carrera. ‘La del domingo, con todo y la cornada, fue una tarde de ensueño’.
El torero aprovecha el momento y subraya uno de los más grandes valores de la tauromaquia, ‘el toreo da muestras de que el ser humano es más grande de lo que uno mismo se imagina. Te impulsa a hacer cosas que tal vez no pensabas que podías ser capaz de llevar a cabo’.
De momento no sabe cuándo saldrá del hospital, pues debido al tamaño de la lesión deberá de estar algunos días en observación para descartar complicaciones.
Podría reaparecer el próximo mes en un festival. Sin embargo, será días más adelante cuando lo decida.
Por lo pronto, Diego lleva su convalecencia con la tranquilidad del que sabe que cumplió con su deber aún a costa de su propia vida. Y no podía ser de otra forma, es un Silveti.
*A continuación le presentamos algunas fotografías de la corrida de ayer en Aguascalientes