Texto y fotos de EDUARDO PUERTO
TULA, Tamaulipas.- Después de muchos años de duros sinsabores, Paulo Campero tomó la alternativa y lo hizo con una triunfal actuación en la que cortó cuatro orejas y un rabo ante el contento popular.
Se lidiaron toros de Dos Ríos, que se prestaron para el lucimiento en términos generales.
El rejoneador yucateco Cuauhtémoc Ayala tuvo una interesante actuación en la que dejó constancia de las buenas maneras que atesora. Le cortó una oreja a cada uno de sus enemigos.
A pie, Manolo Martínez hijo desorejó al primero de su lote. Con su segundo, el hijo regiomontano se hizo ovacionar.
El toricantano Paulo Campero –se le llama misacantano a quien se ordena sacerdote y oficia misa por primera vez- tuvo una tarde de miel, después de muchas otras de hiel. Desorejó al primero de su lote luego de entregada actuación. No conforme con ello, en el que cerró plaza volvió a jugarse la vida ante el contento popular para cortar dos orejas y rabo.
Al término del festejo, Ayala y Campero salieron a hombros. Martínez prefirió abandonar el coso por su propio pie.
Ojalá que las empresas volteen a ver a Campero, quien tiene la garra de los toreros de antes.
