TOVAR (Mérida), Venezuela. Martes 22 de agosto (Rubén Darío Villafraz, especial).- Sin duda alguna que es un gran esfuerzo el que se mantenga la tradicional y religiosa procesión taurina que embarga la realización de la tovareña Feria en honor a la Virgen de Regla este año.
Lo es por múltiples factores ya conocidos y sentidos por todos nosotros, y justificable son los que no compartan este aspecto pero lo que no es perdida alguna es también que significaría volver a sentir ese único y singular ambiente que ofrece una tarde de toros.
Para este hecho, los carteles de este año se nutren de dos jóvenes toreros que vendrán a la Sultana del Mocotíes en busca de las mieles del triunfo que solo una plaza de personal sentimiento ofrece. Son los jóvenes espadas mexicanos Antonio Lomelín Orozco, hijo del torero acapulqueño del mismo nombre, Antonio Lomelín Migoni, torero de corte artístico de herencia taurina, alternativado el 1 de mayo de 2015 en Morelia, Michoacán, de manos del diestro aquicalidense Juan Pablo Sánchez y ante la presencia del rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, con toros del hierro de Pozo Hondo y, Luis Manuel Pérez “El Canelo”, a quien recordamos en su casi trágico paso novilleril por el ruedo tachirense de “Pueblo Nuevo” en octubre de 2008 con reses de Los Aranguez, resultando corneado de gravedad, con sección de femoral y safena. Tomó la alternativa el 12 de diciembre de 2009 en el coso portátil “Victoria”, ubicado en El Marqués, Querétaro, de manos de Óscar Sanromán y el testimonio de Alejandro Amaya, con astados del hierro de Marrón.
Es Lomelín espada de profundo mensaje como es característico en el torero azteca. Aunado a ello el valor y entrega, característico como lo fue su recordado padre, es lo que complementa a este joven espada a quien se le valorará con interés, al igual como lo será para “El Canelo”, quien su arrojo le ha abierto puertas que no del todo las ha tenido fácil abrir en su país, así como en Perú, donde ha abierto brechas a pesar de haber sufrido no pocos percances graves. Vuelve a Venezuela con el firme propósito de dar un importante toque de atención que le permita abrirse cartel en plazas nacionales, así como mantener el ritmo ascendente de su carrera, esa que tendría en Tovar especial importancia.



