Alternativa: NOVILLEROS SIN PICADORES

Son novilleros sin picadores

Por Gustavo Mares

 

Los tiempos que hogaño vive el toreo hacen imperiosa la necesidad de buscar nuevas fórmulas que atraigan público a las plazas. Con la puesta en marcha de la campaña menor en el coso de Insurgentes, TauroPlaza México busca encontrar ‘la cuadratura al círculo’  para que más personas se ‘retraten en taquilla’.

Este fin de semana habrá doble actividad. El sábado, un festejo sui generis para el público de la CDMX. Habrá novillada en punto de las 12:30 horas. Los puristas pusieron ‘el grito en el cielo’. Claman que los domingos son el día taurino por excelencia.

Sin embargo, del otro lado de la moneda, esta propuesta se antoja novedosa y habrá que darle el beneficio de la duda.

En lo personal es atractivo porque resulta menos probable que llueva a esa hora. También, porque termina más temprano y hay tiempo para comer con la familia.

Incluso, se presta para salir temprano a caminar, saludable caminata matinal, almorzar y de ahí a la plaza. Un experimento interesante. Ya le comentaremos.

Pero más allá de gustos o disgustos, en las dos primeras novilladas sin picadores que se han celebrado en el coso de las calles de Augusto Rodin, llama poderosamente la atención la dura exigencia del público hacia los toreros.

Es cierto que actúan en la México, la más importante de América. Pero no hay que dejar pasar de largo, que se trata de novilleros sin picadores, es decir, dentro del escalafón taurino, de chavos que apenas comienzan, que están dando ‘sus primeros pasos’.

Pero la afición capitalina les ha exigido como si se tratara de matadores de toros, hechos y derechos. La actuación del pasado domingo de Miguel Aguilar tuvo frescura, improvisación y claro, también cuestiones técnicas que tendrá que ir corrigiendo pero es un novillero sin picadores, no una primera figura del toreo con cien festejos toreados al año.

En algunos medios le dieron duro al chaval porque ‘no templó’, ‘no se colocó’, lo que usted guste y mande. ‘Que si las orejas, que si una, que si dos’.

El aguascalentense Aguilar aún no llega y muchos ya le quieren ‘cortar la cabeza’. En otras épocas, la prensa en general se habría volcado con las buenas maneras del chaval. Ahora, la moda es encontrar el punto negro en la hoja blanca.

Antes, los medios clamarían porque este chaval debutara en la segunda parte del serial, ahora sí con picadores, un debut con todos los honores y mejor aún, continuidad en sus actuaciones, porque renglón aparte vale la pena mencionar que muchos de los chavales que llegan a la México a jugarse la vida ven cortada su ilusión por el nulo interés de las empresas de provincia que no les dan continuidad.

Viendo fotografías de otras épocas, el ganado que lidiaron novilleros con picadores en la México está distante en peso y trapío a lo que ahora se zumban los chavos que actúan en festejos sin picadores en la catedral del toreo de nuestro país. Podría aventurarme a decir que incluso mucho del ganado que enfrentaron diestros con alternativa en otras décadas en nuestro país, no está muy alejado de lo que ha salido estas semanas en la monumental.

El fin de semana en la Plaza México, con los dos festejos al hilo que se celebrarán, hay que exigirles a los chavos afición y vocación. La técnica, el sitio y el oficio lo irán adquiriendo con la experiencia. Hay que dejarlos crecer, desarrollarse y después exigirles como al que más, pero cuando llegue el momento. Ahora hay que apoyarlos como lo que son, novilleros sin picadores. Hay que tazarlos en su justa medida.

Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Será que José Tomás se vea anunciado en nuestro país?