Una interesante y emotiva carta abierta dirigida al diestro José Mauricio comenzó a circular en redes sociales. Es obra de Edgar Sánchez, editor de Sangre y Arena de San Luis Potosí, quien pone el dedo en la llaga.
A continuación, la misiva íntegra:
Carta al Matador José Mauricio
Por Edgar Sánchez
La soledad del anonimato ha sido larga para ti José. Desde pequeño conociste el ir a contra corriente, dejar el mundo de la charrería, ser tachado de antipatriótico, ser un lejano niño que tenía en sus manos el lazo y el fuete. Que negó todo. Buscabas la espada y el capote.
El desarrollo de tu carrera estuvo impregnado de la palabra que derrota a los débiles de sentimiento. NO. Una y otra vez. NO.
¿Qué ibas hacer José?
No podías renunciar a tu sueño, tenías quemadas las naves y seguramente tuviste muchas noches tristes, llorar, secar tus lágrimas y levantarte a entrenar. Novillero con suerte cambiada, todos conocíamos tus orígenes y te juzgamos antes de verte torear.
El sueño se consiguió… la máxima plaza mexicana te otorgaba la noche mágica, tu nombre cambiaba. A partir de ese momento el nombre de Torero seria tu primer nombre. Máximo honor para el que conoce que el animal mítico debe ser lo más preciado.
Los años y tu esfuerzo nos han callado la boca, tu decisión fue la acertada. Sin embargo, el tiempo también te ha dotado de lo que significa ser un torero. Ejemplo para los niños, aspiración para los hombres y mujeres.
¿Por qué José Mauricio?
Porque apareces en eventos donde el aficionado de pie honra a la tauromaquia, porque nos decides acompañar a los niños en las clases prácticas, porque das consejo a los novilleros en las tientas alejadas de los reflectores y de las cámaras. Donde no hay alabadores y mercenarios que buscan llevar al torero a un pedestal y desconectarse del aficionado que lo sigue. Ahí en el campo bravo se conoce solo dos cosas, el mítico toro y la verdad del toreo.
Te das tiempo para las entrevistas a los pequeños medios, las peñas que no dan premios, los aficionados que no tienen los apellidos que todos conocemos. No te das cuenta que eso te afecta, te conviertes en tu torero completo, un torero para el pueblo. Un torero digno de ejemplo a los jóvenes. Un torero con el que se puede contar, y eso, ya es agua en el desierto actual de la tauromaquia mundial. Te ofreciste a torear gratis, te ofreces ayudar y el silencio fue respuesta clara. La México te negado desde hace años la puerta.
¿Qué hiciste mal?
Tal vez la respuesta sea, que apostaste por ayudar a tus aficionados y estar comprometido con el futuro… El tiempo nos dará la oportunidad de verte regresar a La México, vestido de luces, triunfar, como ya lo has hecho en todos los que te conocemos.