Por MIGUEL ANGEL BOLIO
Uriel Moreno “El Zapata” es uno de esos diestros especiales, que son ejemplo de vida y que, con su filosofía, uno entiende mejor la vida o trata uno de llevarla y aplicarla en el rumbo de sí mismo. Es por ello que tuvimos la grata oportunidad de platicar con él y lo siguiente fue la exposición que nos hizo sobre lo que fue para él 2017, lo que espera de 2018 y cuál es el destino de su carrera profesional taurina.
“Me siento feliz, terminando con pocas corridas en 2017, poco menos de veinte, pero disfrutando de la vida, de mi profesión y de la misma manera que cuando sumé las 70 corridas de hace algunos años y ahora este 2018 lo empecé bien, la semana pasada en la feria colombiana de Duitama, donde logré indultar un toro, llamado “Barco”, extraordinario, de la dehesa del maestro César Rincón. Luego el reciente domingo maté una corrida de Vicencio en Tepeapulco, Hidalgo, por la espada se me fueron algunos premios pero todo bien, empezando así el año, con mayor madurez, diferente forma de ver la vida, sobre todo por la grave cornada que sufrí hace dos años porque sentí que me moría, pero siempre disfrutando de cada momento con el toro y conmigo, de mi vida personal, profesional, con ese plus que te da el tiempo”, comentó el personal espada serrano.
Con 22 años de alternativa ¿qué le falta a “El Zapata”?
“Sin duda, confirmar mi alternativa en Madrid, es una asignatura que tengo pendiente en mi trayectoria profesional y sigo tras ello. De ahí dependerán muchas cosas. Vienen muchachos que están empujando, con tauromaquias frescas, nuevas propuestas, en tanto a nosotros nos sigue sonando el teléfono y eso es bueno, tanto que ya fuimos anunciados en Villa de Álvarez, Colima, también en dos semanas vamos a la Monumental de Mérida, Yucatán. Creo que la vida es de consecuencias y después de 22 años de matador de toros que sigas toreando veinte corridas al año y que suene el teléfono, algo muy distinto a que tu apoderado tenga que marcarlo. Eso para mí es satisfactorio y con cosas que aún faltan, como lo de Madrid y de eso dependerán, repito, muchas cosas”.
Entonces ¿cuál será la señal o cuándo se presentará el momento en que “El Zapata” se tenga que hacerse a un lado como torero profesional?
“No. He platicado con compañeros que ya se han retirado y que vuelven a torear, y en lo personal te puedo decir que me voy morir si no toreo, yo no me veo haciendo una campaña de despedida, ni despidiéndome de la gente, no, al contrario, y si algún día tengo que torear menos, que eso es algo natural, así lo veo, no me ocupo en pensar que más adelante se van a acordar de cuando toree las 70 corridas en un año. Ojalá y sí, pero me veo vestido de luces en mi rancho matando un toro, es decir, el que yo me sienta satisfecho en el ocaso de mi carrera, de mi vida mejor dicho y que si entonces me dan ganas de matar un toro lo haré. Eso es lo bonito y que en la parte última termine haciendo y sintiendo lo que fui en la vida, por eso no pienso en retirarme, porque torero se nace”.
Finalmente, el destacado diestro tlaxcalteca hizo público su agradecimiento a toda la gente que todavía se emociona con su tauromaquia. “Eso es bonito y que tengan un feliz año 2018 y que sepan que todavía hay ‘Zapata’ para rato, eso sí, seguro. Sigo con la misma ilusión, con los mismos deseos que tuve cuando tenía 8 años de edad y decidí meterme a una escuela taurina y, ahora más, que tengo 42 de vida y 22 de alternativa, siempre con las mismas ganas y un poquito más de experiencia, esa es la ayuda que tengo ahora”.