Por Gustavo Mares/Fotos de Angel Sainos
El rejoneador español Andy Cartagena pasará a la historia de la Plaza México como el primer rejoneador al que le indultan un toro.
Antes de que le perdonaran la vida a ‘Copo de Nieve’, de Reyes Huerta, habían vuelto a su respectiva finca 30 bureles lidiados a pie, jamás a caballo. El indulto en el cerrojazo de la Temporada Grande fue especial y único.
El caballista nacido en Benidorm conjuga el toreo clásico y moderno, lo que hace de su propuesta algo espectacular.
A diferencia del resto de los caballistas, que suelen ‘brindar’ su actuación como lo hacen los diestros de a pie, Cartagena hizo correctamente la ‘cortesía’ antes de que saltara al ruedo el burel del triunfo.
De inicio parecía que el astado le complicaría las cosas, porque tenía una distancia muy corta. Andy, como si en lugar de caballo trajera capote y muleta, fue encelando al burel, lo fue ‘metiendo en el engaño’.
A ‘Copo de Nieve’ embebido en la cabalgadura, lo llevó toreado de perfil por todo el ruedo al tiempo que alternaba los lados. Cuando parecía que en el arte de Marialva ya se había visto todo, Cartagena sorprende a propios y extraños.
APASIONADA ENTREGA
El torero a caballo hizo ver mejor de lo que era al burel tlaxcalteca.
Con el público ‘metido en el bolsillo’ por su apasionada entrega, Andy tuvo un gesto de figura del toreo y permitió al sobresaliente, Jorge López, hacer un quite. El diestro toreó muy bien por chicuelinas.
Espectacular, en cada cambio de cabalgadura apenas se abrían la puerta del patio de caballos, arrancaba directo a la cara del burel para ejecutar alguna suerte.
Puso banderillas cortas e incluso se lució con la suerte de la rosa, creación de Ángel Peralta.
Poco antes de concluir, sacó a uno de sus caballos estrella que tres ocasiones se paró en los cuartos traseros ante el asombro popular.
El toreo de Cartagena es ‘incluyente’ –como se dice hoy día- porque lo mismo ejecuta las suertes con gran pureza clásica, que sorprende con novedosas ejecuciones. Su toreo lo disfrutan lo mismo ortodoxos que heterodoxos.
Cuando se preparaba para oficiar con el rejón de muerte –que no hoja de peral pues fue proscrita hace mucho tiempo- los aficionados comenzaron a pedir el indulto.
La petición fue en aumento y el juez hizo sonar los bocinazos clásicos de cuando a un toro se le perdona la vida. Pero le ‘pasó de noche’ sacar el tradicional pañuelo verde y el moderno cartelón.
Incluso Cartagena no sabía lo que acababa de lograr.
Finalmente, la autoridad se acordó e hizo los anuncios como debe ser.
Un sector del público protestó el indulto del burel marcado con el número 250 y 514 kilogramos de peso pues querían ver al caballista cortar los máximos trofeos.
Al término, se impusieron las palmas.
Una tarde de ensueño la del caballista, quien con su primero, también de Reyes Huerta, mostró un rejoneo clásico de alto nivel.
Malogró su faena por errar con los aceros.
MACÍAS, A HOMBROS
Para la lidia a pie se lidiaron toros de Las Huertas, de impecable presentación pero faltos de raza y el cuarto, además, de fuerza.
Sin embargo, la casta que le faltó al ganado hidalguense le sobró a Arturo Macías, quien estuvo valiente y lidiador con sus dos enemigos.
Su primero tenía medias embestidas. El aguascalentense lo consintió y pudo pergeñar buenos pases por el lado derecho. Al natural también buscó el lucimiento pero el otro era el mejor lado. Al final el morito se rajó.
Macías, con decisión, cobró un espadazo fulminante y cortó merecida oreja.
Al torear por gaoneras a su segundo sufrió un susto, sin graves consecuencias. Con depurada técnica pudo firmar tandas lentas y templadas hasta que el astado comenzó a salir suelto de las suertes.
Cortó oreja tras un aviso.
El hidrocálido se ganó sobradamente su novena salida a hombros de la Plaza México.
SIN SUERTE
El más joven del cartel, Leo Valadez, pechó con el peor lote.
Su primero brincó al callejón después de picado. El rajado astado salía suelto de las suertes.
El que cerró plaza fue un ‘inválido’, que constantemente rodó por la arena.
Al término del festejo, Andy Cartagena y Arturo Macías fueron izados a hombros entre gritos de ¡toreros, toreros!
Dorado cerrojazo a la segunda Temporada Grande organizada por TauroPlaza México, de los ganaderos Alberto Bailleres y Javier Sordo, con el diestro potosino Mario Zulaica, como director taurino.
En marzo, las novilladas
Aunque de momento no se ha hecho oficial, trascendió que la temporada novilleril está prevista para arrancar el primer domingo de marzo.
La intención es dar seis festejos menores para posteriormente hacer una pausa por el Mundial de Futbol Rusia 2018.
La actividad novilleril en el coso más grande del mundo se reiniciará la segunda quincena de julio, una vez concluido el Mundial.