*Fotos de ANGEL SAINOS
Triunfal festejo novilleril se llevó a cabo en la Plaza México, donde André Lagravere ‘El Galo’ y José María Hermosillo cortaron sendas orejas. En cuanto al ganado, lo de Santo Tomás, correctamente presentado, fue enrazado y noble en términos generales. Peleó con bravura en varas. Destacaron los bureles jugados en tercero y sexto lugares, cuyos restos merecieron los honores del arrastre lento.
Abrió plaza el yucateco ‘El Galo’, quien derrochó voluntad. Su particular manera de interpretar el toreo dividió opiniones. Lo mejor, el espadazo con el que pasaportó al astado. El juez le otorgó una oreja.
Con el segundo de su lote, división de opiniones. ‘Perruno’ propició un momento poco habitual en su pelea con el picador César Morales. Al momento de la reunión, el estribo ‘chicoteó’ y le pegó en el rostro al varilarguero, que perdió el conocimiento.
TRANSMITE
El aguascalentense José María Hermosillo firmó los pasajes más emocionantes de la tarde, además de que se llevó el mejor lote pues sus dos bureles merecieron arrastre lento.
Con gran quietud de zapatillas embarca de largo al novillo y lo lleva templado hasta despedirlo para, inmediatamente después, girar sobre su eje y enganchar la embestida para ligar un nuevo muletazo. Torea sabroso el de ‘Agüitas’. Transmite lo que hace. Rubricó su emocionante labor con manoletinas. De estocada entera y trasera pasaportó al burel. Cortó una oreja con petición de la segunda, que el juez no otorgó por lo que escuchó sonora rechifla.
Con su segundo volvió a demostrar el emocionante trazo que atesora. Su interpretación taurina conecta fuerte con los tendidos. Tras pinchazo y estocada delantera fue ovacionado.
ESTÁ LISTO
José María Pastor firmó dos faenas cerebrales y de solvente técnica. Si no cortó orejas fue por sus yerros con los aceros.
Técnicamente, a lo largo del festejo estuvo sobrado y por encima de sus bureles. Es claro que el de Aguascalientense está listo para la alternativa.
Con ‘Brunito’ sufrió un susto pues cayó en la cara del burel que hizo por él, pero el torero –con claridad de ideas- arrojó el capote al lado contrario para ‘tocar’ al novillo hizo un ‘autoquite’. Su faena fue buena pero no anduvo fino con los aceros. Todo quedó en un aviso.
A su segundo lo recibió a portagayola y le puso banderillas. Con la muleta firmó un trasteo poderoso e interesante. Tardó en matar y escuchó un aviso.
Al término del festejo, los aficionados hicieron dar la vuelta al ruedo al ganadero tlaxcalteca Sergio Hernández Cosío, quien recorrió el redondel en compañía de su caporal.