En la hacienda Tenopala, donde pastan los toros de Felipe González el matador queretano Octavio García «El Payo» realizó labores de tienta invitado por Carlos González Chapa, que dirige los destinos del legendario hierro tlaxcalteca.
Cuatro vacas sirvieron para que ‘Payo’ ensayara su tauromaquia. Una resultó complicada y con ella se mostró solvente con valor y sitio, las otras tres tuvieron calidad y ahí el joven torero se rompió toreando con clase, elegancia y sentimiento aprovechando la calidad y nobleza de las bravas.
Completamente abandonado a su arte y confiado en su oficio Octavio estuvo en esa altura artística que pocos toreros actuales pueden alcanzar y que es la causa de que la afición lo siga.
El domingo en Aguascalientes alternará con Enrique Ponce y Diego Silveti en una tarde que seguramente estará plena de arte y para la que el rubio torero demostró estar mas que preparado.